La semifinal de anoche ofreció una dinámica apasionante, revelaciones, algunos tontos evitables y muchas confirmaciones. Aquí, punto por punto, está lo que emerge.
Francesca contra Donatella
Ya está claro que lo ocurrido la semana pasada fue muy grave. Peor aún fue ver a Francesca reírse de los chistes, nada divertidos, de Simone, sin tomar postura ni intervenir como madre. Dicho esto, el tema puede considerarse cerrado: como recordó Sonia Bruganelli, no es fácil afrontar un contexto como el de una pareja de madre e hijo, y quizás incluso Donatella, en el papel de competidora con un hijo en la Casa, se habría encontrado en una situación similar.
El clásico “no juzgues hasta que estés allí”.
Sin embargo, el momento con la hermana de Simone fue magnífico. Ambos eliminados, como se esperaba, pero su trayectoria general merece especial atención. 6.5.
Capítulo “Rashmer” (Rasha + Omer)
Por suerte, Bruganelli recordó el episodio del avión, pues anoche sólo Rasha fue retratada como “la chica mala” que deja a su novio para jugar. Pero no olvidemos que Omer, en esta ocasión y en muchas otras, también mostró afinidades muy claras con ella: algo que parecía un vínculo especial, aunque llamarlo “amor” hubiera sido una apuesta, si no fuera por los fanáticos del barco.
Y de hecho: cuando llegó el avión, ambos se besaron y ambos Caminaron hasta allí, convencidos de que el barco los acompañaría hasta el final. Este no fue el caso.
Rasha fue eliminada pagando el precio de sus propios movimientos y, en parte, también de los errores de Omer. Pero es mejor así: era mejor ver ayer cómo se derrumbaba una relación frágil, en lugar de presenciar el idílico cuento de hadas habitual que luego se derrumba en el final – o un mes después – tan pronto como se apagan las cámaras, convirtiéndose en un simple pretexto para monetizar.
Durante la final se espera un enfrentamiento entre ambos… siempre y cuando Rasha quiera hablar con él. Ahora que ha salido del armario seguramente habrá entendido muchas cosas, sobre todo las negativas. Si quiere ser creíble, no puede cambiar de opinión de la noche a la mañana: eso sería manipulación. Y Omer, por su parte, haría bien en tener mucho cuidado. No es nada ingenuo, sino todo lo contrario: es muy inteligente y entenderá muchas cosas cuando él también sea eliminado, probablemente ya la próxima semana.
Un final como: “Acabo de darme cuenta de que te amo”, cuando ayer ni siquiera lo miré a la cara, sería objetivamente ridículo.
Rasha: 7 – Omer: 8.
Anita y Jonás
Anita por fin podrá dormir tranquila: ha conseguido su objetivo con constancia y estrategia.
Cuando Ventura -y no está claro si intencionadamente o no, dado que la dirección defraudó todas las expectativas- señaló con el dedo a Benedetta, Anita palideció. Una expresión inolvidable. Luego, al escuchar su nombre, recuperó la compostura y se dio cuenta de que había tocado perfectamente.
Si estos son los resultados, obviamente estuvo muy bien. Pero por dinámicas internas, siempre seguirá siendo una “mesita de noche” (Franceska con el K docet).
Románticamente, con Jonas… les daré el beneficio de la duda: algo externo podría continuar.
Anita: 5 – Jonás: 6,5.
Domenico y Benedetta
Aquí salió todo. Ambos jugaron con ello, no tiene sentido andarse con rodeos. Pensar que podría haber algo real es casi cómico.
Cada vez que hablábamos de “amor”, él se alejaba y respondía “amistad”, insertando palabras en napolitano para desviar la conversación; En el estudio se encontró ante una situación más grande que ella misma y satisfizo al presentador y a los comentaristas que, al menos, intentaron animarla.
Domenico volverá con Valentina en cuanto salga de casa, eso está claro.
Rutas sencillas:
Domenico: 7 (muy reevaluado respecto al principio)
Benedeta: 6,5
Grazia contra Dolce
Muy mala cifra para Grazia… y para Rasha en otra ocasión.
Ofender a una mujer por su apariencia física o por su cirugía siempre es turbio. Estamos esperando a que Kendi también salga de casa, empiece a colaborar (si tiene números) y se convierta en una “VIP”: veremos si no recurre también a corregir algunas imperfecciones.
Y luego: ¿cuál es el daño? Si una persona se siente mejor con una tonelada de botox, ¿cuál es el problema?
Quienes juzgan parecen más perturbados que quienes editan.
Habría tenido mucho más sentido criticarla por su comportamiento, su actuación o su dinámica, y no por su apariencia.
Y Anita, como siempre, sólo habla cuando se siente protegida por la manada.
Un paréntesis terrible.
¿Lugares merecidos en la final?
Yo diría que sí.
En última instancia, aquellos que, para bien o para mal, hablamos de eso. Eso sí: parece claro que el quinto puesto será para Omer. La semana que viene conoceremos al ganador.