Un proyecto europeo de fuera cinco millones de euros repensar el futuro de la aviación sostenible en dos años. Se llama Cryostar y tiene como objetivo desarrollar una nueva generación de tanques criogénicos para hidrógeno líquido, destinados a aviones comerciales en la próxima década. Se trata de una iniciativa aprobada por Comisión Europea dentro del programa Horizonte Europa – Empresa Conjunta de Aviación Limpia, que reúne a 13 socios de seis países y tiene un objetivo específico: establecer nuevos estándares de seguridad y eficiencia para el transporte aéreo con impacto climático nulo.
Y entre estos socios se encuentra un gran grupo de Campania. Como coordinador, está elUniversidad Vanvitelli de Campaniamientras que las empresas italianas involucradas incluyen Mare Group, Novotech Aerospace Advanced Technology, Airizon y Dream Innovation, así como AeroSekur, con sede en Lazio. El proyecto definirá y demostrará una metodología de resistencia a choques centrada en la certificación para aeronaves equipadas con tanques de hidrógeno líquido criogénico.
LOS SOCIOS DE CAMPANI
Mare Group, empresa de ingeniería con sede en Nápoles y con presencia consolidada a escala nacional y europea, participa como socio industrial, con la tarea de desarrollar y validar soluciones estructurales y dispositivos de contención capaces de garantizar la resistencia de los tanques a los impactos y su integridad incluso en condiciones extremas. Un papel crucial en un proyecto que, además de su valor tecnológico, tiene un fuerte valor estratégico: contribuir a la construcción de una cadena de suministro europea autónoma para la gestión del hidrógeno líquido en la aviación. Casoria Novotech Aeroespacial Tecnología Avanzada tiene más de 30 años de experiencia en el sector aeroespacial y recientemente completó la construcción del primer tanque de material termoplástico para hidrógeno líquido para aviones regionales de próxima generación para otro proyecto europeo. Airizon de Torre del Grecoque comenzó como una startup, apuesta por desarrollar soluciones innovadoras para la movilidad aérea del futuro a través de la digitalización de los procesos de diseño. Innovación de ensueño de Sant’Arpinoen la provincia de Caserta, se establece en el sector aeroespacial y cuenta con colaboraciones con los más importantes centros de investigación, universidades e industrias aeronáuticas. Para Antonio Maria Zinno, director general del grupo Mare, “trabajar en estándares y tecnologías que permitan la adopción del hidrógeno en un sector estratégico como la aviación fortalece la autonomía tecnológica de Europa”. Un desafío al que se enfrenta la sociedad napolitana “a través de proyectos críticos y la participación en las principales redes europeas de innovación”. Una visión compartida por Luigi Di Palma, director general del grupo, según quien “la adopción del hidrógeno en la aeronáutica genera una demanda creciente de soluciones de ingeniería de alto valor añadido y capacidades de integración a gran escala”. Satisfacción de la Universidad Vanvitelli que coordina todo el proyecto con el profesor Alessandro De Luca del Departamento de Ingeniería. Lanzado oficialmente el 1 de noviembre de 2025, Cryostar ya ha tenido un buen comienzo con la reunión de lanzamiento celebrada en Bruselas.
EL PROYECTO
El consorcio Cryostar, que obtuvo la calificación de excelencia de la Comisión, cuenta con una financiación total de 5.059.181 euros, completamente no reembolsable. Reúne universidades, centros de investigación y empresas de alta tecnología e internacionalmente incluye la Universidad de Cranfield en el Reino Unido, IBK-Innovation en Alemania, Lukasiewicz-Instytut Lotnictwa en Polonia, Sintef Energi en Noruega, Technische Universiteit Delft, Koninklijk Nederlands Lucht-en Ruimtevaartcentrum y Fokker Next Gen en los Países Bajos. Cryostar forma parte del marco más amplio de la estrategia Aviación Limpia, el programa europeo que aspira a una descarbonización radical del transporte aéreo de aquí a 2050. Su misión es acelerar la maduración de las tecnologías “disruptivas” pasándolas del laboratorio a la aplicación industrial. Como señala Axel Krein, director ejecutivo de Clean Aviation, “estas iniciativas son fundamentales para redefinir el futuro de la aviación y acercarnos a un sector con impacto cero en el clima”.
El compromiso con el proyecto Cryostar representa para las empresas de Campania no sólo el reconocimiento de su competencia técnica, pero también un paso simbólico en el camino de crecimiento de un centro industrial de Campania en el sector aeroespacial. Desde universidades hasta centros de investigación, desde empresas de ingeniería hasta startups, el territorio napolitano demuestra una capacidad creciente para integrarse en programas europeos de alto contenido tecnológico, contribuyendo a la construcción de una economía basada en el conocimiento y la integración entre ciencia e industria. En un momento en el que Europa está invirtiendo enormes recursos en la transición energética del transporte, Cryostar marca una dirección precisa: la colaboración como palanca para la autonomía tecnológica. Y Nápoles, con todos los socios implicados, confirma su presencia allí donde está en juego el futuro de la aviación.