Palermo, 9 de diciembre. (Adnkronos) – “Creemos que hay múltiples y concretos indicios para afirmar que la gestión del sector mafioso y de las compras en el seno de la fiscalía de Giammanco es una de las causas que contribuyeron a la masacre de Via D’Amelio y hay elementos que nos llevan a creer que es también una de las causas que contribuyeron a la masacre de Capaci”. Así lo afirmó el fiscal general de Caltanissetta, Salvatore De Luca, durante la audiencia ante la Comisión Nacional Antimafia, en el marco de la investigación sobre la masacre de Borsellino. Y añadió, hablando de las “causas que contribuyeron y los objetivos de las masacres”. “No sé si podemos hablar de tres causas contribuyentes o, mejor dicho, de dos condiciones previas y una causa contribuyente – dijo el magistrado – En nuestra opinión, las condiciones previas son el aislamiento primero de Giovanni Falcone y luego de Paolo Borsellino en la Fiscalía de Palermo, la sobreexposición primero de Giovanni Falcone y luego de Paolo Borsellino, en la Fiscalía de Palermo y no sólo en la Fiscalía de Palermo, En tercer lugar, hay indicios serios sobre los requisitos previos y creemos que hay indicios concretos”.
De Luca añade luego: “Primera condición: el aislamiento. Hay pistas precisas que surgen, entre otras cosas, tanto de las declaraciones breves del actual senador Roberto Scarpinato en el despacho, como del resultado de una interceptación entre Gioacchino Natoli y el presidente Matteo Frasca, presidente del Tribunal de Apelación de Palermo, y del interrogatorio realizado por el Dr. Natoli – explica – En esencia, durante una entrevista con el presidente Matteo Frasca, el Dr. Natoli le dijo: “Roberto Scarpinato me dijo que había suciedad, pero nunca pensamos que sucedería”.
“La posición del Dr. Natoli durante el interrogatorio, una vez indicadas estas declaraciones de Scarpinato como fuente de prueba, las confirmó – dice el fiscal general de Caltanissetta Salvatore De Luca de la Comisión Antimafia – dice ‘sí, de hecho, hubo aislamiento de Falcone y del bolso’. Esta posición adoptada ante la oficina de Caltanissetta no había sido tan clara por el senador Scarpinato ante el CSM, en la audiencia del 92 de julio. Incluso si los hechos hubieran sido indicados desde entonces, en cierto modo, se puede deducir una actitud no lineal del doctor Giammanco hacia Giovanni Falcone primero y luego hacia Paolo Borsellino, pero son absolutamente nuevas y, por otra parte, comparadas con las declaraciones hechas por el doctor Natoli ante el CSM.