diciembre 10, 2025
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Definitivamente Emma es una artista que sigue su propio camino. Lanza música cuando tiene algo que decir. Y nos mantenemos alejados del circo acrobático de chismes de números y carretes fáciles de entender y aún más fáciles de evaporar. En definitiva, sigue siendo la Emma que el público conoce bien y ha aprendido a seguir entre subidas y bajadas, entre grandes exposiciones públicas y momentos de profundo dolor. Y digamos que se trata de una popularidad de “nueva generación”, no obligada a lanzar continuamente nueva música pero capaz de adaptarse a los gustos y percepciones de los oyentes. Así, su nuevo single Brutta storia, escrito con Federico Olivieri (Olly) y Paolo Antonacci con Juli también como productor, resiste las mayores audiencias radiofónicas dos meses después de su lanzamiento (acaba de salir del Top 10 pero mantiene más de 74 millones de reproducciones semanales) y constituye un paso hacia el nuevo álbum que probablemente saldrá el próximo año. Al fin y al cabo, no hay prisa cuando hay canciones como Brutta storia, que poco a poco se van descubriendo y poco a poco se hacen tuyas con ese mecanismo furioso e implacable que ennoblece las buenas canciones. Sin duda es gracias a una armonía, la que existe entre Olly y Emma, ​​que va más allá de la música porque se vuelve personal, casi cómplice. “Para mí ella es la hermana mayor – dijo Olly a Radio Zeta hace algún tiempo – ella fue una de las primeras personas a las que llamé después de la victoria en San Remo, hablamos de muchas cosas”. Una complicidad que se deja ver en Mala Historia, por ejemplo en la elección de las palabras porque, por ejemplo, líneas como “esa noche en la gasolinera debajo de la casa, boca abajo, sola y sola” forman parte del vestuario de imágenes de ambos. Pero también en la proximidad de decisiones a contrapelo, porque la decisión de Olly de no participar en Eurovisión es muy similar a la que tomó Emma en quince años de carrera. “He hecho mucho, me han pasado muchas cosas, especialmente a mí. Respira. Tómate tu tiempo. Entiende”, escribió en las redes sociales en el momento del lanzamiento de la canción. Misión cumplida. Si bien su canción de 2013, L’amore non mi Basta, se vuelve viral nuevamente en TikTok como banda sonora de videos sobre los futbolistas más queridos, solo ha anunciado dos conciertos (por ahora) el próximo año: el 2 de julio en el Ippodromo delle Capannelle como parte del festival Rock in Rome y el 9 de septiembre en el Ippodromo Snai San Siro como parte del Festival de Verano de Milán. Otro desafío para ella es que una estrella del pop en una pista de carreras no aparece muy a menudo, tal vez nunca. Y difícilmente lo oiremos alardear, ya que el exhibicionismo no es su taza de té.

Al fin y al cabo, ha colaborado con muchos, siendo el primero Pino Daniele, pero por el placer y el gusto de hacerlo, sin necesariamente tener otro objetivo. Y por eso es una Emma de “nueva generación”, obstinadamente alejada de los habituales y aburridos adornos promocionales pero arraigada, de hecho, en el centro de la música italiana.

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