Desigualdades en todas partes. Desigualdad de ingresos: el 10% más rico de la población mundial gana más que el 90% restante y la mitad más pobre recibe sólo el 10% del ingreso global total. Desigualdad en la riqueza: el 10% más rico posee tres cuartas partes de la riqueza mundial, mientras que la mitad menos dotada posee sólo un magro 2%. Las desigualdades son aún más evidentes si miramos más de cerca al 0,001% más rico, o 56.000 personas: estos multimillonarios controlan tres veces más riqueza que la mitad de la humanidad. Estos contrastes no se limitan a los ingresos y la riqueza: la crisis climática es inseparable de la concentración de la riqueza, la equidad entre hombres y mujeres aún no existe, el sistema financiero global es asimétrico entre países ricos y pobres y las divisiones territoriales se están ampliando dentro de los países. Desigualdades “extremo y persistente”, tocar “todos los ámbitos de la vida económica y social”. Ésta es la observación condenatoria hecha en la tercera edición del Informe sobre la desigualdad global. Realizada cada cuatro años a partir de datos recogidos por 200 investigadores, esta encuesta implica una “Atención Urgente” sobre estas cuestiones y contiene un motivo de esperanza: “Estas divisiones no son inevitables”. Los economistas Lucas Chancel y Thomas Piketty,