“Nuestros pacientes se sienten aplastados por el dolor, como si les aplastaran los huesos”explica Anoosha Habibi, hematóloga, profesora del hospital Henri-Mondor (AP-HP), de Créteil, centro de referencia que coordina los síndromes falciformes. El dolor de la anemia falciforme se encuentra entre los más intensos que se conocen. Esta enfermedad genética afecta a unas 30.000 personas en Francia, la mitad de las cuales vive en Ile-de-France. La mutación provoca una malformación de los glóbulos rojos. Tienen forma de hoz y forman obstrucciones en los vasos sanguíneos. La crisis vasooclusiva es la complicación aguda más común.
“El tema número uno es tratar el dolor. No es fácil, porque es un dolor de muy alto nivel. Y, a menudo, los pacientes esperan mucho tiempo en casa”explica Mehdi Khellaf, jefe del servicio de urgencias y del departamento de aguas abajo y profesor del hospital Henri-Mondor. Acude a urgencias como último recurso, después de intentarlo todo en casa. “Tenemos protocolos basados en morfina, que están muy estereotipados, especifica Mehdi Khellaf. Dependen en gran medida de las enfermeras. Porque estos pacientes tienen venas dañadas. Y la morfina debe inyectarse lentamente y en múltiples dosis. Lleva mucho tiempo. »
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