Arqueólogos submarinos han anunciado que han descubierto los restos de un antiguo barco de recreo egipcio de 2.000 años de antigüedad frente a la costa de Alejandría, la antigua capital de Egipto durante el período helenístico.
Los buzos descubrieron el casco del barco, que medía más de 35 metros de largo y unos 7 metros de ancho, sumergido en el puerto de la isla de Antirodes, informó en un comunicado el Instituto Europeo de Arqueología Subacuática (IEASM).
“Los grafitis en griego, encontrados en la viga de la cabina central, pueden fecharse en la primera mitad del siglo I dC y refuerzan la hipótesis según la cual el barco fue construido en Alejandría”, precisa el comunicado. “El barco tendría una cabina lujosamente amueblada y parece haber sido propulsado únicamente por remos”, añadió el instituto con sede en Alejandría.
Una serie de terremotos y maremotos sumergieron la isla de Antirodes, que fue redescubierta en 1996. Desde entonces, los buzos han recuperado estatuas, monedas y otros tesoros, algunos de los cuales se exhiben en el Museo Grecorromano de Alejandría.
“Extremadamente emocionante”
“Es extremadamente emocionante, porque es la primera vez que se descubre un barco de este tipo en Egipto”, dijo a The Guardian Franck Goddio, profesor de arqueología marítima en la Universidad de Oxford y director de excavaciones dirigidas por el Instituto Europeo de Arqueología Subacuática (IEASM).
“Estos barcos fueron mencionados por varios autores antiguos, como Estrabón, y también fueron representados en algunas iconografías, por ejemplo en el mosaico de Palestrina (…) Pero nunca antes habíamos descubierto uno”, afirma el investigador.
Los restos del naufragio se encontraban a sólo 7 metros de profundidad y 1,5 metros bajo el sedimento. Al principio, Franck Goddio pensó que se trataba de dos barcos apilados uno encima del otro, “debido a su construcción tan particular”.
“Aunque la investigación sobre los restos del naufragio aún se encuentra en sus primeras etapas, promete un viaje fascinante al corazón de la vida, la religión, el lujo y el placer en las vías fluviales del antiguo Egipto romano”, se alegra el IEASM.
Alejandría alberga ruinas antiguas y tesoros históricos, pero la segunda ciudad de Egipto es particularmente vulnerable al cambio climático y al aumento del nivel del mar. En el escenario más optimista de las Naciones Unidas, un tercio de Alejandría quedará sumergido o será inhabitable para 2050.