¡Uf! A corto plazo, la votación de los diputados de este martes evitará una deriva incontrolable del déficit de la seguridad social en 2026, si no incluso reducirlo. También permite a Sébastien Lecornu creer que todo es negociable con esta Asamblea fragmentada, incluida la aprobación de los textos financieros por parte de algunas oposiciones, garantizando su mantenimiento en Matignon, aunque la empresa promete ser aún más complicada para el presupuesto estatal.
Todo es negociable, pero ¿a qué precio? Los franceses sólo recordarán una cosa de esta ley sobre la financiación de la Seguridad Social: la suspensión de la última reforma de las pensiones, adoptada hace menos de tres años. Para medir el impacto de esta concesión al PS, más allá de los 300 millones de euros adicionales que quedarán en el “agujero” el año que viene (casi 2.000 millones el año siguiente), es necesario remontarse a 2010.
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