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Andrea Riccardi
Si Europa quiere “salvarse”, ha llegado el momento de escuchar a “Papá Trump”. Este es el “consejo” lanzado por Moscú a Bruselas a través de Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa y miembro influyente del equipo negociador en las conversaciones de paz en Ucrania. Comentarios que llegan el día en que el líder de Kiev, Volodymyr Zelensky, viajó por el Viejo Continente para una serie de reuniones con varios líderes y cuando el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, criticó las “amenazas de injerencia” en la vida política europea por parte de Washington. Según Emmanuel Macron, la “convergencia” de las relaciones con Estados Unidos en el marco de las discusiones sobre el plan de paz en Ucrania constituye el “principal problema”. El presidente francés habló de ello durante una cumbre en Londres con el primer ministro británico Keir Starmer, el canciller alemán Friedrich Merz y con el propio Zelensky, que visitó Bruselas por la tarde y mañana estará en Roma para reunirse con la primera ministra Giorgia Meloni.
Starmer dijo que no se ejercerá “presión” sobre Zelensky para alcanzar un acuerdo de paz que Ucrania no encuentre satisfactorio, mientras que el canciller alemán Merz añadió que el destino de Kiev es “el destino de Europa” y que el apoyo “no faltará”. Zelensky, por su parte, utilizó un tono no demasiado mordaz sin excluir ninguna posibilidad. De hecho, el presidente ucraniano se limitó a reiterar que la unidad entre Europa, Ucrania y Estados Unidos es “muy importante”.
Mientras tanto, dentro de la Unión Europea, aumenta la presión para llegar a un acuerdo que dé luz verde al uso de los activos rusos congelados. En este sentido, los líderes de siete países de la UE (Estonia, Finlandia, Irlanda, Letonia, Lituania, Polonia y Suecia) escribieron una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, apoyando la propuesta. Los firmantes sostienen que, a este respecto, el factor tiempo es “esencial” y que, por tanto, debería encontrarse una solución en el próximo Consejo Europeo de los días 18 y 19 de diciembre. “Tenemos la oportunidad de poner a Ucrania en una posición más fuerte para defenderse y en una mejor posición para negociar una paz justa y duradera. Estamos dispuestos a trabajar constructivamente con ustedes para este fin”, escribieron.
La respuesta de Ursula Von der Leyen no se hizo esperar. No ocultó que la propuesta que se está discutiendo es compleja, pero al mismo tiempo subrayó cuánto “aumenta el coste de la guerra para Rusia”, de modo que “cuanto más sangre derrame Putin, se quite vidas y destruya la infraestructura ucraniana, mayores serán los costes para Moscú”. Según el Presidente de la Comisión, Europa tiene “los medios y la voluntad de aumentar la presión sobre Rusia para que se siente a la mesa de negociaciones”, mientras que actualmente, si Ucrania “realiza auténticos esfuerzos diplomáticos por la paz”, Rusia “engaña y gana tiempo en varias ocasiones aumentando los ataques mientras afirma buscar la paz”.
También parando en Roma por Volodymyr Zelensky. La primera ministra, Giorgia Meloni, recibirá mañana a las 15 horas en el Palacio Chigi al líder ucraniano, que hoy mantiene otras reuniones con el Grupo de Voluntarios (Reino Unido, Alemania y Francia) y en Bruselas con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y con los líderes de la UE (Ursula von der Leyen y Antonio Costa). A la espera del encuentro presencial, el primer ministro ha participado hoy en una videoconferencia con el propio presidente ucraniano y otros líderes europeos. Durante esta llamada, destacó una vez más la importancia de la unidad de puntos de vista entre los socios europeos y Estados Unidos para lograr una paz justa y duradera en Ucrania. Meloni también anunció el envío de suministros de emergencia para apoyar las infraestructuras energéticas y la población ucraniana, afectada por “una nueva serie de ataques contra objetivos civiles”.
Pero lo que suscita el debate en el seno de la mayoría gubernamental es el nuevo decreto que amplía la ayuda militar a Kiev, que se espera sea aprobado en el Consejo de Ministros a finales de mes. El presidente del Gobierno aseguró que “se hará”, pero no faltan las dudas por parte de la Liga. El viceprimer ministro y líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, afirmó: “Nuestra lealtad a la mayoría es indiscutible, por eso precisamente, después de 12 paquetes de armas y 19 sanciones, es correcto reflexionar. Y la corrupción que está surgiendo en Ucrania, con hombres cercanos a Zelensky que se han enriquecido enviando miles de niños a morir en el frente, no puede dejarnos indiferentes”. El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, afirmó que “el decreto sobre armas para Ucrania, para su uso en su territorio, se aplicará como lo dijo claramente el primer ministro”. “No hay duda sobre nuestra línea”, añadió. “Para compromisos mayores, podemos pensar en fondos europeos ad hoc, eurobonos para fortalecernos”. Al mismo tiempo, Tajani pidió un “electroshock esencial para salvar a Europa del declive, de la reducción a un gigante económico y un enano político, una entidad residual en el nuevo escenario global”.
Por su parte, Maurizio Lupi, presidente de Noi Modérés, también abogó por seguir apoyando a Kiev: “Debemos seguir apoyando a Ucrania, más aún en un momento en el que los ataques rusos son cada vez más intensos, y al mismo tiempo debemos seguir trabajando para fortalecer la Unión Europea, manteniendo una estrecha alianza con Estados Unidos, para lograr una paz justa y duradera.