Nadie debería ignorar la ley. El requerimiento, perentorio, es una irrealidad notoria. Algunos lo agitan bajo la capa de un torero, sólo para molestar al bando contrario. Otros lo utilizan como un triste pañuelo de despedida o como punto final a cualquier intento de mediación. Rokia Traoré, cantante franco-maliense de talla internacional, abordó este dicho de frente. Durante seis años viajó en el absurdo. Intentemos esbozar a grandes rasgos esta estafa que entrelaza sus complicaciones entre dos países y dos continentes y que el compositor-intérprete-autor relata en un libro titulado nací libre.
En noviembre de 2019, mientras viajaba a Moscú para trabajar en el Bolshoi el Dido y Eneas procedente de Purcell, fue detenido en el aeropuerto de Roissy. Ella descubre que está acusada “ausencia del niño”, reclasificado como “secuestro, secuestro y toma de rehenes”, y quién es objeto de una orden de detención europea. Su hija nació en Bélgica en 2015. Su padre es un director artístico flamenco con compromisos cosmopolitas. Para estar presente el día del nacimiento, se mudó a Bruselas durante unos meses. Allí educó a su hijo, nacido de su anterior unión con un productor musical francés. Desde grandes desavenencias hasta tristes disonancias, los cónyuges, ni casados ni unidos civilmente,