MILÁN (ITALPRESS) – Entre guerras reales y comerciales, aranceles aduaneros, crisis industriales y la búsqueda de materias primas, el mundo es un mar tormentoso. Pero Italia tiene la fuerza para afrontar las olas del fin de la globalización. De ello está convencido el Ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, entrevistado por MF-Milano Finanza y Class CNBC durante el evento Expert Talk.
“Hemos estado entre los protagonistas de la normativa europea sobre materias primas críticas y hemos aprobado un decreto-ley que crea en Italia un contexto favorable para la extracción, la transformación y el reciclaje – afirma Urso -. Con el Ministerio de Medio Ambiente, hemos actualizado el mapa: tenemos 16 de las 34 materias primas críticas identificadas por la UE. Apoyamos a las empresas en las licitaciones europeas: cuatro proyectos italianos fueron reconocidos como estratégicos, todos ellos en materia de reciclaje. Una ubicación geográfica que nos permite abastecer fácilmente a todo el continente”. Urso considera que es posible que Italia obtenga este depósito, “porque sería del interés de toda Europa”. En cuanto a la candidatura italiana para la gigafábrica europea de inteligencia artificial, “la Comisión – explica – recibió 77 propuestas, pero nosotros, a diferencia de otros países, hemos conseguido crear un sistema y presentar un consorcio único. Está formado por grandes empresas públicas, Leonardo y Eni, y es muy competitivo. Estoy convencido de que la próxima primavera una de las cinco gigafábricas se destinará a Italia”. “Ya tenemos centros de datos, un proyecto de computación cuántica, tres de los superordenadores más grandes de Europa y universidades de vanguardia, incluso en el Sur. Todo esto demuestra que estamos construyendo una Italia asertiva, en beneficio de las empresas, de los ciudadanos y de Europa”, añade Urso, quien, cuando se le pregunta sobre las zonas donde se construyeron la gigafábrica y este centro de materias primas, responde: “Sí, el grupo empresarial ha identificado ciertas áreas. Es un proyecto versátil y policéntrico. Pero no puedo decir nada más porque la discusión con la Comisión es en curso”.
Respecto a los derechos estadounidenses, Italia reacciona “mejor de lo esperado y mejor que otros. Porque los consumidores americanos no quieren renunciar a la calidad del Made in Italy y porque nuestras empresas son resistentes. Tendremos que ver los datos finales a finales de año, pero el verdadero peligro no son los derechos directos, que ascienden de media al 15%”. “El problema – añade – es el efecto indirecto: si los productos asiáticos no entran en los Estados Unidos debido al aumento de los derechos de aduana, la sobreproducción va al mercado europeo, el más abierto y más rico. Es como un maremoto: el shock se produce en otra parte, pero la ola llega a nosotros. Por eso hemos pedido que la duplicación de los derechos y la reducción a la mitad de las cuotas sobre el acero chino, ya anunciadas por la comisaria Sèjournè, entren en vigor inmediatamente. Mientras tanto, “luchamos contra el fenómenos de falsificación y competencia desleal. Pensemos en la moda ultrarrápida, que el año pasado trajo a Europa 12 millones de paquetes diarios sin ningún control, porque estaban por debajo del umbral de los 150 euros. A menudo contienen productos presentados como italianos e insostenibles desde el punto de vista medioambiental. Hemos pedido que el impuesto sobre estos paquetes entre en vigor inmediatamente, no dentro de tres años, porque permitiría al menos un control aduanero”. “Si Bruselas no anticipa la medida”, intervendremos con la legislación nacional, también hay un debate sobre el tema en Francia. Podemos cobrar una tasa por la entrega de paquetes fuera de Europa. Y ya hemos sentido la responsabilidad de las plataformas digitales: si el producto no corresponde a la realidad, los costes no pueden recaer sobre nuestras empresas.
“Hoy Italia – subraya Urso – desempeña un papel de liderazgo. La diferencia ha disminuido de 242 a menos de 70 y nuestra credibilidad nos permite ser decisivos en las reformas europeas. Junto con Alemania, hemos logrado avanzar en la revisión de la normativa sobre el automóvil. Ahora pedimos una revisión radical: neutralidad tecnológica, pleno reconocimiento de los híbridos, uso de biocombustibles y superación del umbral de 2035, manteniendo el objetivo final. Debemos “mirar hacia el futuro, que será predominantemente eléctrico, con fábricas europeas todavía en funcionamiento”. Cuando se le pregunta si la relación con Stellantis ha mejorado, responde: “Sí. Hay una nueva gobernanza, más consciente de la realidad italiana. Stellantis expresa hoy posiciones pragmáticas y responsables, en línea con las posiciones italianas y Acea. La presentación del 500 híbrido en Mirafiori, con nuevas incorporaciones, es una señal importante”.
Respecto al ex Ilva, cuando se le pregunta si la nacionalización es una hipótesis sobre la mesa, responde: “Desde el punto de vista constitucional, no. El Estado sólo puede intervenir en casos muy concretos que aquí no suceden. Pero puede participar en las licitaciones, si es necesario, para garantizar la continuidad de la producción, el empleo y la descarbonización”. “El legado es pesado: los comisarios estimaron los daños causados por ArcelorMittal en casi 5 mil millones. Sin embargo, como hicimos en Terni y Piombino, estoy convencido de que con la colaboración de todos podremos encontrar una solución que garantice la producción y el empleo”.
“La economía italiana – recuerda Urso – está ligada a Alemania, que está en recesión desde hace casi tres años. A pesar de esto, Italia ha progresado. Y hay signos positivos: las inversiones fijas brutas aumentan, el volumen de negocios industrial aumenta, el índice de las PYME vuelve a superar el umbral expansivo. Pero es necesario completar las reformas de la política industrial europea”. Y el factor demográfico “pesa mucho. Italia es un país cada vez más envejecido, con una población que no crece. Tomará tiempo invertir la tendencia, pero el gobierno ya ha lanzado políticas para apoyar la tasa de natalidad”.
En cuanto al sector de defensa, “Leonardo actúa en tierra, en el aire, en el espacio y en el cibernético, Fincantieri en el sector naval y en los submarinos. Esto produce excelentes resultados y permite una gestión eficaz entre ministerios”. Y cuando se le pregunta sobre el estado de salud de la industria italiana, responde: “Hemos sido transparentes en las mesas de crisis: había 55, hoy son 38. Hemos resuelto muchas de ellas manteniendo las fábricas activas. La línea es el realismo, la responsabilidad, el trabajo en equipo. El mundo está en tormenta, pero el gobierno italiano ha garantizado estabilidad, confiabilidad y credibilidad. Y por eso nos convertimos en un modelo para los demás”.
– foto Agencia Ipa –
(ITALPRENSA).