En via Piacenza, en una zona al norte de Génova, hay un edificio de color ocre rodeado de andamios. Está lleno de apartamentos pero hace mil días que no hay nadie dentro. Las personas que vivían allí, unas 100, tuvieron que abandonar sus casas después de que un incendio dañara gravemente el edificio el 14 de febrero de 2023. Por este motivo, no han podido regresar desde entonces y las obras de renovación prácticamente se han detenido. Mientras tanto, algunos de ellos seguían teniendo gastos para su apartamento.
El domingo, una cincuentena de vecinos del edificio se manifestaron frente al número 17 (dirección del edificio) para pedir ayuda a las instituciones y el inicio de las obras.
El incendio destruyó el tejado y el último piso del edificio, dejando todo el edificio inutilizable: 96 personas fueron evacuadas. En el momento del incendio se estaban realizando obras de renovación en el edificio que, según la fiscalía de Génova, fue el origen de las llamas.
Los bomberos intentan extinguir el incendio en el edificio de Via Piacenza en Génova, el 15 de febrero de 2023 (Luca Zennaro/ANSA)
Según la reconstrucción de la fiscalía, que había abierto una investigación sobre este tema, los empleados de la empresa responsable de las obras habían dejado en el techo un instrumento con una llama (un soplete de gas) que aún estaba incandescente, aunque estaba apagada. Al parecer, el incendio se debió al sobrecalentamiento de las vigas de madera del tejado. Según los investigadores, el director de la empresa no evaluó suficientemente el riesgo de incendio ni tomó las precauciones necesarias para evitarlo. Los dos trabajadores cometerían entonces los errores que provocaron el incendio.
La fiscalía ha solicitado que los tres comparezcan ante la justicia: la jueza de instrucción Caterina Lungaro tendrá que decidir si hay motivos para procesarlos. Mientras tanto, un centenar de personas ya han solicitado poder ser parte civil en el juicio para intentar obtener una indemnización por los daños.
Al principio, el municipio se hizo cargo de unos cuarenta residentes y les consiguió alojamiento para unos días, pero luego tuvieron que cubrir ellos mismos los gastos. Sin embargo, todos tuvieron que buscar alojamiento alternativo durante casi tres años. Marco Mantero, portavoz de los vecinos de via Piacenza 17, afirmó que en los últimos años muchas personas han tenido que pagar otro alquiler, otros las cuotas mensuales de la hipoteca de un apartamento inhabitable y que todos también han tenido que pagar los servicios públicos durante meses.
Este verano, Mantero afirmó que hasta entonces los vecinos sólo habían conseguido cobrar del seguro 500.000 euros de los 3,5 millones que se necesitarían para iniciar las obras de renovación: por eso habían quedado “efectivamente paralizados”. “Los apartamentos siguen como están, todavía hay platos en el lavavajillas”, confirmó el domingo.
La alcaldesa de Génova, Silvia Salis, se reunió en mayo con los habitantes de via Piacenza 17, durante la campaña electoral, y afirmó, entre otras cosas, que había que encontrar una solución lo antes posible. A partir de ahora, los vecinos piden “al menos” que el municipio renueve la exención del impuesto de ocupación de dominio público para los andamios, y la suspensión del IMU, el impuesto municipal único que se paga por las segundas viviendas, para quienes lo pagan.