La Arena de Verona vence a Roméo Juliette por 3 a 0. Sí, porque la famosa ópera no es sólo una generadora de riqueza, sino también un “fenómeno de masa y de habilidad”, como la define su superintendente, Cecilia Gasdia. La Arena de Verona no sólo genera un impacto económico de casi 2.000 millones de euros (1.976 millones de euros), un valor añadido de 670 millones de euros, casi 6.000 puestos de trabajo y 206 millones de euros en impuestos, sino que también se ha convertido, durante sus más de 100 años de historia, en un símbolo de la ciudad, percibido como tal por sus habitantes y visitantes.
El 60% de las personas (de Verona y de otros lugares) a las que se les preguntó qué es lo primero que les viene a la mente cuando piensan en la ciudad veneciana señalan la famosa ópera. Triplica, por así decirlo, el número de personas que señalan Romeo y Julieta (21%).
El taller de Nomisma.
“La cultura trae riqueza”, afirmó Gasdia, que dirige desde hace ocho años la fundación ópera-sinfónica a la que pertenece la Arena, al presentar el estudio Nomisma que cuantifica el impacto económico, laboral y fiscal del Festival de Ópera y de las actividades de la Fundación Arena.
Aporta riqueza a la región de Verona, que absorbe el 58% del valor generado, pero también a la región (un 20% adicional) y al resto del país, que se beneficia del 22%. De hecho, se estima que los más de 400.000 espectadores que asistieron al Festival de Ópera durante la temporada de ópera de 2025 generaron un gasto de 315 millones de euros en alimentación, alojamiento, compras, actividades recreativas y culturales y transporte. Los sectores más directamente afectados son los de comercio y hostelería (15,3% y 15,1% del valor total de la producción), seguidos de servicios personales, transporte y logística, actividades y agroalimentación. La obra también genera ingresos fiscales que, durante el año en cuestión, supusieron aproximadamente 206 millones de euros: el 87% (179 millones de euros) van al Estado, el 9% a las Regiones y el 4% a los Municipios. El efecto multiplicador se extiende a toda Italia: cada euro invertido en la Arena corresponde a 6,3 euros devueltos al país.
La capacidad de generar recursos propios.
Pero quizás el aspecto más interesante que se desprende de la investigación, analizando los datos presupuestarios para 2024, es que la Fundación Arena de Verona se distingue de las otras 11 fundaciones nacionales de ópera sinfónica de estatus ordinario por su capacidad de generar recursos propios, que representan el 71% del valor de la producción (57,5 millones de euros), de los cuales el 56% son ingresos por ventas y el 12% provienen de patrocinios y donaciones (por ejemplo, a través de Bonus Art, a través del “Proyecto 67 Columnas”). El 29% procede de aportaciones públicas, mientras que la media de las otras 11 Fundaciones presenta porcentajes invertidos, con un 25% de recursos propios y un 75% de recursos públicos.