diciembre 9, 2025
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Foto de : La Presse

Gianni Di Capoue

La investigación alemana sobre el sabotaje de los gasoductos Nord Stream podría abrir una nueva división política entre los países de la Unión Europea sobre el apoyo a Ucrania. Después de tres años de investigación, los investigadores federales alemanes creen haber reunido pruebas que vinculan el ataque de septiembre de 2022 con una unidad de élite ucraniana. Según el Wall Street Journal, el grupo actuó bajo la supervisión del entonces comandante en jefe del ejército ucraniano Valerii Zaluzhnyi, ahora embajador en Londres, y Alemania emitió órdenes de arresto para siete personas, entre ellos soldados y buzos.

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Se cree que una parte clave de la investigación fue una imagen de radar, utilizada con un software de reconocimiento facial para identificar a uno de los sospechosos. Polonia se negó a entregar a uno de los buzos, considerado un “héroe” por atacar una fuente de financiación del Kremlin. Mientras tanto, el presunto jefe de la unidad ucraniana, Serhii Kuznietsov, detenido en Italia en agosto, está en huelga de hambre para protestar por las condiciones carcelarias y el incumplimiento de su dieta vegana y sin gluten.

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El procedimiento de extradición de Kuznietsov a Alemania, aprobado por un tribunal de Bolonia pero bloqueado por el recurso del abogado ante el Tribunal Supremo, podría complicar aún más las relaciones entre Berlín y Kiev. El posible juicio corre el riesgo de aumentar la presión interna sobre el canciller alemán, Friedrich Merz, mientras el AfD aprovecha el caso para exigir una reducción de la ayuda a Kiev y denunciar el impacto económico de la crisis energética.

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