El Nápoles perfeccionó el Scudetto y recuperó el primer puesto, la Juventus resistió, apenas reaccionó y luego se rindió ante un rival limitado por las ausencias pero compacto y confiado en las ideas de Conte. El nivel de los bianconeri fue vergonzoso, en todos los sectores, las elecciones ilógicas de un Spalletti resignado, sin un atacante real, luego el carrusel parroquial de reemplazos, Cabal desfasado, los Koopmeiners irritantes contra Neres, la salida de Yildiz, la entrada de tres atacantes, favoreció el éxito de los campeones. Por la tarde, quinta derrota de la Roma de Gasperini. Lo de ayer es consecuencia de elecciones singulares del técnico en el once inicial, errores repetidos también en las sustituciones, la entrada de un fantasma que lleva el nombre de Paulo Dybala, un lujo de ocho millones de salario por raras apariciones como narciso.
El partido de Cagliari también es noticia por el refinado intercambio de golpes y palabras entre Folorunsho y Hermoso, la televisión VAR mostró los labios claros del italiano que recordaron al provocador español las cualidades morales de su madre y las actuaciones ad personam asociadas a ellas, el lenguaje refinado recordó el elegante enfrentamiento global entre Materazzi y Zidane, ayer faltó el cabezazo de reacción pero todo suma, como los continuos vaaffa de muchos entrenadores.
Son gente grosera y ruidosa, pero desenmascarada por la televisión de Gran Hermano. Empate entre Lazio y Bolonia con más gritos y fútbol sucio. Tres aplazamientos hoy, esperando que al menos la Inmaculada Concepción no sea insultada.