El día comienza con crecientes tensiones entre Europa y Estados Unidos, a medida que la guerra con aviones no tripulados continúa intensificándose en el frente ucraniano, con ataques mutuos que afectan a la infraestructura y a los civiles. Los líderes europeos viajan a Bruselas para garantizar un apoyo estructural a Kiev, mientras surgen fricciones a nivel diplomático: desde París, Antonio Costa rechaza cualquier hipótesis de injerencia estadounidense en las decisiones políticas europeas. Mientras tanto, Donald Trump vuelve a hablar de paz en Ucrania, quejándose de la incapacidad de Zelensky para responder a su propuesta.