diciembre 8, 2025
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El Estado francés está cambiando de rumbo ante el escándalo mundial de los airbags de Takata. El Ministerio de Transportes ha formalizado un nuevo procedimiento que transformará la inspección técnica en una palanca coercitiva para obligar a los propietarios a realizar las reparaciones necesarias.

A partir del 1 de enero, cada vehículo que se someta a una inspección periódica será revisado sistemáticamente para determinar si está equipado con un airbag Takata incluido en la lista negra, conocido como “deja de conducir”. En este caso, el vehículo será sometido a una segunda inspección.

El Ministerio justifica esta firmeza con la cuestión de la seguridad. Una bolsa de aire “deja de conducir” representa un “peligro potencialmente fatal”. La consecuencia es inmediata: el vehículo queda prohibido de circulación hasta que la reparación haya sido realizada por un mecánico autorizado por la marca. Esta disposición se alinea con los defectos más graves que ya requieren una segunda inspección, como el fallo del sistema de frenos o la ausencia de espejos.