Cientos de miles celebran en SiriaAl-Sharaa pide reconstrucción y promete “coexistencia pacífica”
Hace un año terminó el sistema de Assad en Siria, que duró medio siglo. El dictador huye. El nuevo gobernante celebra el día en todo el país y llama a la gente a dar forma a un nuevo país. Pero los problemas siguen siendo numerosos y la situación de seguridad frágil.
Cientos de miles de personas celebran el primer aniversario de la caída del régimen de Assad en Siria. Según la agencia estatal de noticias SANA, se están llevando a cabo celebraciones, desfiles militares y mítines en todo el país. En un discurso, el presidente interino Ahmed al-Sharaa habló de una clara ruptura con el pasado. El país se enfrenta a un “nuevo mañana”. La población ha depositado su confianza en la dirección de transición después de “años de opresión e injusticia”. Siria ha recuperado “la dignidad y la libertad”.
En su discurso, al-Sharaa pidió la reconstrucción del país. Todos deberían unir esfuerzos “para construir una Siria fuerte, garantizar su estabilidad, salvaguardar su soberanía y dar forma a un futuro que haga justicia a los sacrificios de su pueblo”, dijo, proclamando un nuevo comienzo basado en la “justicia” y la “coexistencia pacífica”. Al mismo tiempo, prometió una “salida definitiva de la era de la tiranía”.
Desde primeras horas de la mañana, decenas de miles de personas se han concentrado en la céntrica plaza Umayad, en la capital, Damasco. La gente celebró el “primer año de la liberación” con banderas, música y canciones. Los participantes describieron la jornada como “histórica”. Por la mañana se celebró allí un desfile militar. Al-Sharaa apareció con uniforme militar, saludó a las unidades que pasaban y, según los medios estatales, rindió homenaje a los soldados que participaron en los combates.
“Este día no tiene igual en la historia de Siria”, dijo uno de los presentes. La alegría del pueblo es abrumadora. Otro participante viajó desde Alepo para asistir al desfile militar. “Estos combatientes -incluido mi hijo- y las armas que se presentaron son un motivo de orgullo para todos los sirios”, afirmó. “Lo que ha ocurrido en el último año parece un milagro”, dijo el Dr. Ijad Burghol, refiriéndose al regreso de los dirigentes sirios al escenario internacional. Después de años de guerra y crisis económica, aún faltan cosas fundamentales como un suministro estable de energía, pero para él personalmente la paz interior es lo más importante, destacó el hombre de 44 años.
Hace un año, el antiguo gobernante Bashar al-Assad fue derrocado por una alianza rebelde. Esto puso fin a más de 50 años de gobierno de la familia Assad en Siria. Assad, que había gobernado Siria con mano de hierro durante años y la había sumido en una guerra civil que duró casi 14 años, luego huyó a Rusia. La guerra civil comenzó en 2011 con protestas pacíficas reprimidas violentamente. Cuando Assad fue derrocado, más de medio millón de personas habían sido asesinadas y millones habían sido desplazadas. El líder del HTS, al-Sharaa, que ha luchado por lograr una imagen más moderada y reconocimiento internacional desde que asumió el cargo en enero, se convirtió en presidente interino.
Mientras tanto, el autogobierno liderado por los kurdos en el norte y el este de Siria anunció la prohibición de eventos públicos y reuniones de personas los días 7 y 8 de diciembre. Con motivo del aniversario, está prohibido disparar con munición real y fuegos artificiales. Como justificación, la administración se refirió a la actual situación de seguridad. Las células terroristas podrían aprovechar la fecha para lanzar ataques y poner en peligro la estabilidad de la región. Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lideradas por los kurdos, que siguen teniendo diferencias con el nuevo gobierno de Damasco, han descrito la caída de Assad como una “oportunidad histórica” para un nuevo comienzo político fundamental en Siria.
Aunque Al-Sharaa logró el alivio de las sanciones, todavía enfrenta otros enormes desafíos: muchas ciudades y pueblos en Siria todavía están gravemente dañados y la reconstrucción de la infraestructura también avanza lentamente. El país sigue profundamente dividido tras la guerra civil y la situación de seguridad es frágil. El gobierno de Al-Sharaa es acusado repetidamente de no proteger adecuadamente a minorías como los alauitas, los drusos y los kurdos.
En marzo, más de 1.700 personas murieron en masacres en regiones de mayoría alauí en el oeste de Siria. En julio también se produjeron feroces enfrentamientos entre la minoría drusa y los beduinos suníes en la provincia meridional de Suwayda, que se saldaron con más de mil muertes.
Con motivo del aniversario, el Secretario General de la ONU, António Guterres, pidió a los líderes sirios que creen una nación donde todos los sirios “puedan vivir de forma segura, equitativa y con dignidad”. Explicó: “Lo que nos espera es mucho más que una transición política; es la oportunidad de reconstruir comunidades devastadas y sanar divisiones profundas”.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional dijo que la respuesta del nuevo gobierno a “graves violaciones de derechos humanos desde que asumió el cargo” fue una “prueba crucial de su compromiso con la justicia y la rendición de cuentas”.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, hasta ahora más de tres millones de sirios han regresado a sus hogares desde países vecinos o dentro del país. “Se necesitan urgentemente más recursos financieros para intensificar la recuperación y la reconstrucción”. Decenas de miles de personas siguen desaparecidas, muchas de ellas desaparecidas en prisiones del antiguo régimen, mientras las familias esperan justicia por las atrocidades de la era Assad.