diciembre 9, 2025
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Se necesitarán “más investigaciones”. Pero el Palacio de Versalles invitó este lunes a los descendientes del propietario de un cuaderno del pintor David, confiscado por los nazis durante la ocupación, a presentarse para verificar que la obra corresponde a la conservada en sus colecciones, indicó.

Este cuaderno de bocetos de Jacques-Louis David (1748-1825) prefiguraba “El juramento del juego de la palma”, un cuadro inacabado del pintor dedicado a uno de los momentos clave de la Revolución.

Según informaciones reveladas por la unidad de investigación de Radio Francia, un descendiente del propietario de esta obra, cuya confiscación había sido comunicada al Estado en 1945, descubrió su presencia en las colecciones del famoso castillo de los reyes de Francia. Los periodistas explicaron que, utilizando datos públicos, pudieron rastrear fácilmente el origen del artículo.

Es “muy probable” que el cuaderno corresponda “a lo que nos cuenta la familia”, afirmó a la AFP Laurent Salomé, director del museo nacional de los castillos de Versalles y Trianon. Interrogado por la AFP, el Ministerio de Cultura mencionó también “un conjunto de pistas importantes”.

Sin “ocultamiento”

“La procedencia de este objeto aún no ha sido examinada”, pero “lo será”, asegura el ministerio, explicando que no existen “instrumentos que permitan comparar automáticamente las obras denunciadas como saqueadas en la posguerra con las obras presentes en las colecciones públicas”.

El Palacio de Versalles precisó que había comprado el cuaderno en 1951 a un “comerciante serio que nos permitió no tener dudas sobre su procedencia, en particular sobre la expropiación de familias judías durante la guerra”. Otra copia del cuaderno de David se encuentra en el Louvre, donde una exposición celebra el 200 aniversario de la muerte del pintor con numerosas obras maestras.

“No sé por qué suponemos que hay alguna intención de ocultamiento por nuestra parte, cuando por el contrario sólo pedimos que continuemos la investigación y tomemos las medidas necesarias si hay algún problema en la historia del trabajo”, continúa Laurent Salomé.

Según el director, un equipo de unas diez personas está trabajando en la procedencia de los objetos. Sin embargo, “si no sabes el nombre (del propietario robado, ndr.), buscas un tesoro en el bosque de Compiègne, es inútil”, comparó, lamentando no haber tenido hasta ahora contacto con la familia en cuestión. Una vez realizados los controles, se podrá iniciar “un procedimiento” que conducirá a una compensación o restitución, añadió.

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