¿Contrarrestar el envejecimiento intestinal? Si, es posible. Dos estudios publicados recientemente en Nature Aging y Nature Cell Biology, fruto de la colaboración entre la Universidad de Turín y el Instituto Leibniz sobre el Envejecimiento – Instituto Fritz Lipmann (FLI) de Jena, revelan con una precisión sin precedentes los mecanismos que conducen al envejecimiento intestinal y proponen estrategias concretas para contrarrestarlo. La investigación – indica una nota – muestra cómo los cambios epigenéticos y proteómicos en las células madre intestinales promueven el riesgo de cáncer de colon y la pérdida de la capacidad regenerativa propia de la edad avanzada, indicando posibles intervenciones para prevenirlos o revertirlos.
A medida que envejecemos, el intestino, uno de los tejidos más dinámicos del cuerpo humano, pierde gradualmente su eficacia.devenir más vulnerables a la inflamación, infecciones y tumores. El grupo del profesor Francesco Neri, implicado desde hace años en el estudio del envejecimiento primero en el FLI y luego en la Universidad de Turín, ha llevado a cabo dos investigaciones que explican de forma integrada cómo se produce este proceso y cómo se puede modular.
Los dos estudios
El primer estudio describe una forma específica de envejecimiento epigenético de las células madre intestinales, definida como deriva Acca (deriva asociada al envejecimiento y el cáncer de colon). Con la edad, las células acumulan hipermetilaciones del ADN que silencian genes clave, en particular los que regulan la vía de señalización Wnt, esencial para mantener el equilibrio tisular. Esta deriva epigenética crea un “mosaico” de criptas intestinales jóvenes y criptas muy antiguas, que se expanden con el tiempo y exhiben características similares a las observadas en las lesiones de cáncer de colon.
El grupo de investigación, cuya primera autora es la Dra. Anna Krepelova – leemos – identificó los factores que desencadenan el fenómeno: alteraciones en el metabolismo del hierro, que reducen la actividad de las enzimas Tet responsables de la eliminación de las metilaciones excesivas; inflamación crónica de bajo grado típica del envejecimiento; debilitamiento de la señal Wnt. Restaurar la importación de hierro o mejorar la señalización de Wnt en modelos de organoides intestinales ralentizó o revirtió la deriva, lo que demuestra que el envejecimiento epigenético se puede modular.
“Estos estudios, financiados también por la convocatoria de investigación de excelencia – afirma Massimo Segre, presidente de la Fundación Molinette para la Investigación, que financió la beca del profesor Francesco Neri – abren nuevas perspectivas concretas para la prevención y el tratamiento de algunas de las enfermedades más frecuentes causadas por el envejecimiento. La publicación en dos prestigiosas revistas científicas es a la vez un reconocimiento del extraordinario trabajo realizado y un impulso hacia la aplicación práctica de los resultados de los descubrimientos. La donación de resultados concretos para nuestra comunidad y el conocimiento científico compartido”.
El segundo estudio, realizado en colaboración con el Dr. Alessandro Ori y con la contribución de los investigadores Alberto Minetti y Omid Omrani, se centra en cambio en la capacidad regenerativa del intestino. En ratones de edad avanzada – detalla la nota – la reparación de los tejidos se ve comprometida debido a una alteración de la proteostasis, el sistema que garantiza el buen funcionamiento de las proteínas celulares. Los investigadores han descubierto que, tras sufrir daños, los intestinos de las personas mayores retrasan la producción de poliaminas, pequeñas moléculas como la espermidina y la putrescina, esenciales para el crecimiento celular y la proteostasis. La reactivación prevista de este metabolismo, mediante breves períodos de restricción calórica seguida de realimentación o suplementación oral, permitió restablecer la capacidad regenerativa del epitelio. El resultado indica que los tejidos envejecidos conservan un potencial de autocuración, que puede estimularse mediante intervenciones específicas.
El mensaje clave: el envejecimiento intestinal no es un proceso inevitable
Los dos estudios convergen en un mensaje clave: el envejecimiento intestinal no es un proceso inevitable, sino que puede modularse. Comprender cómo interactúan el hierro, la inflamación, la vía Wnt y las poliaminas abre nuevas oportunidades para: prevenir o retardar el envejecimiento intestinal; reducir el riesgo de cáncer de colon relacionado con la edad; mejorar la recuperación después de quimioterapia, infecciones o cirugía en personas mayores; ampliar estos enfoques a otros tejidos propensos al envejecimiento, como la piel o el hígado.
“Estos resultados confirman que la Fundación logra sus objetivos de promover una investigación de excelencia seleccionando proyectos e investigadores verdaderamente capaces de producir un impacto, con repercusiones directas en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores – afirma el profesor Emilio Hirsch, director científico de la Fundación de Investigación Molinette y director del Centro de Biotecnología Molecular de Turín – Los resultados son el resultado de años de colaboración científica entre la Universidad de Turín y el Instituto Leibniz sobre el Envejecimiento – FLI, el instituto de referencia europeo para el estudio del envejecimiento. Con la que UniTo estableció un acuerdo de cooperación internacional en investigación hace cinco años, la investigación fue posible gracias a la financiación de la Airc Foundation – Major Donors y de la Molinette Research Foundation, que apoyaron significativamente el desarrollo de los proyectos.
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