El presidente de Life for Paris, Arthur Dénouveaux, lanzó este miércoles un llamamiento para solicitar donaciones para “aliviar la carga diaria” de la mujer que sacrificó su vida comunicando la localización de Abdelhamid Abaaoud a la policía.
Su vida cambió al día siguiente del 13 de noviembre de 2015. Y con ella la de su pareja y sus hijos. Sonia es la mujer que ayudó a la policía a localizar a un terrorista fugitivo, Abdelhamid Abaaoud, a cuya prima Hasna había dado refugio. Y que al mismo tiempo evitó una nueva ola de ataques contra una guardería, una comisaría y el barrio de La Défense.
Sus últimos diez años fueron, para ella y su familia, nada más que amenazas, vida bajo protección policial y sucesivas mudanzas. En nuestras columnas del 12 de noviembre describía una vida monótona, bajo una identidad falsa, encerrado en casa y en un estatus legal inspirado en el de los arrepentidos. Con una asignación mensual de 1.500 euros para cubrir las necesidades de su familia.
Su historia se cuenta en una ficción documental de cuatro episodios de aproximadamente 30 minutos, disponible en la plataforma France Télévisions. Dejó su huella en Arthur Dénouveaux, superviviente del Bataclan y presidente de la asociación Life for Paris. Este último está en el origen del premio acumulado online lanzado este miércoles en la plataforma Ulule.
“Desde que se emitió la serie La elección de Sonya En France 2, miles de ustedes se sintieron conmovidos por su historia. Muchos nos han escrito: ¿Cómo podemos agradecerle a Sonia? ¿Cómo podemos ayudarlo concretamente? “, escribió en un mensaje en X.
Una forma de “decir gracias”
La suma recaudada se donará íntegramente a Sonia, promete la petición. Cada donación “ayudará a aligerar la carga de la vida cotidiana”. Para “pagar los costes irreducibles que el Estado no cubre”, por ejemplo. Sonia tuvo que luchar para que le descontaran de sus gastos el alquiler. También para “recuperar algo de dignidad y serenidad”. Es también y sobre todo una forma de “decir gracias”. Un agradecimiento verdadero y tangible de aquellos a quienes protegió sin siquiera conocerlos. »
“Ella nunca pidió ser una heroína. Nunca pidió una medalla o una gloria. Simplemente hizo lo que le parecía correcto, arriesgando su vida. Hoy nos toca a nosotros hacer lo que es correcto para ella”, subraya Arthur Dénouveaux en el cuerpo de la petición.
De hecho, Sonia cree que simplemente realizó “un acto cívico”. “Era ayudar al prójimo”, resume simplemente. No me importa el reconocimiento. Sólo intento vivir la vida de una mujer normal. Vivir en paz sin tener que mirar hacia atrás o hacia delante. » Sabe muy bien que es imposible, o casi imposible, pero se aferra a esta esperanza.