Aunque Donald Trump lleva estos últimos días un vendaje en el dorso de su mano derecha, la Casa Blanca volvió a asegurar este jueves que ello se explica por los numerosos apretones de manos que da.
“Les hemos dado una explicación sobre esto en el pasado”, dijo el jueves la portavoz Karoline Leavitt. Le preguntaron sobre estos apósitos, que aparecieron recientemente.
“El presidente se da la mano continuamente (…) Cada día se encuentra con más gente de la que se puede imaginar”, afirmó el portavoz, repitiendo la explicación ya dada hace unos meses, cuando el presidente estadounidense fue visto con un hematoma en el dorso de su mano derecha, cubierto por una gruesa capa de maquillaje.
“También toma aspirina todos los días” como tratamiento cardiovascular preventivo, recordó Karoline Leavitt, “lo que puede contribuir a esos moretones que ves”.
El más viejo jamás elegido
Esta explicación ya había sido propuesta por la Casa Blanca, antes de la aparición de las vendas que Donald Trump, de 79 años, llevó, por ejemplo, el domingo durante una velada de gala en Washington.
La cuestión de salud es delicada para el presidente estadounidense de mayor edad jamás elegido, que repite que su predecesor demócrata Joe Biden estaba tan senil que ya no se autogobernaba al final de su mandato.
El martes por la noche, Donald Trump, en un airado mensaje en su Truth Social Network, consideró que los artículos relacionados con su estado de salud equivalían a “sedición, tal vez incluso traición”.
El presidente estadounidense se sometió en octubre a un examen médico que incluía una resonancia magnética y su médico afirmó que se encontraba en excelente estado de salud.