YEn la soderología resulta evidente que el político Markus Söder no evita los conflictos, sino que los busca. “Crece con la resistencia”, afirmó hace casi diez años un ambicioso Söder-Deuter del CSU. “Si todo va bien, se pone nervioso o se aburre”. Fue el período en el que Söder arrebató a Horst Seehofer primero el cargo de primer ministro (2018) y luego la presidencia del CSU (2019) en un duelo bastante épico. ¿Y ahora? Desde entonces, Söder ya no ha tenido que luchar en su CSU. ¿Está aburrido o incluso nervioso?