Varios meses después del accidente de tren de Riedlingen Dos jóvenes pasajeros siguen teniendo dificultades para volver a la vida cotidiana. Annika Kling (21) y Efe Yüksel (23), que se encontraban a bordo del tren regional RE 55 que descarriló en julio, informan de consecuencias físicas y psicológicas duraderas. Tras el accidente, ambos evitaron los trenes.
“Si algo como esto puede pasar, siempre puede pasar algo”.
Kling y Yüksel se conocían desde la escuela, pero ese día tomaron el tren solos. Sólo en el carruaje destrozado se reconocieron. El recuerdo del accidente sigue preocupándolos a ambos. “Si algo como esto puede suceder, siempre puede suceder algo”, dijo Kling. No puede dejar de pensar en lo rápido que una situación cotidiana puede convertirse en una amenaza para la vida.
Poco antes del accidente se produjo en la región una fuerte tormenta con fuertes lluvias. La policía y los investigadores de la fiscalía suponen que el descarrilamiento se debió a un deslizamiento de tierra directamente en la vía, provocado por una gran cantidad de agua de lluvia. Según la Fiscalía, las investigaciones continuarán unas semanas más.
A partir del domingo los trenes volverán a circular por la línea ferroviaria afectada. Por lo tanto, los pasajeros ya no tendrán que utilizar servicios de autobús alternativos.
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