diciembre 12, 2025
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El miércoles se solicitaron penas de prisión en París contra tres de los siete hombres procesados ​​por acoso cibernético al diputado del LFI por Seine-Saint-Denis, Aly Diouara.

En el estrado, los acusados ​​alegaron “estupidez” contra un funcionario electo al que interrogaron.

Vestido con traje oscuro y gafas oscuras, el parlamentario de Seine-Saint-Denis describió la “alteración del sueño” y la pérdida de peso provocadas por esta “ola”. “Lo que se tiene en cuenta es lo que encarno”, susurra Aly Diouara, describiendo cómo el odio digital se ha transformado en amenazas físicas, a través de cartas o llamadas ocultas, lo que le obliga a levantarse por la noche para “comprobar que la puerta está cerrada”.

Frédéric B., un informático desempleado, vestido con un jersey gris, confesó tímidamente que había tuiteado “TG bambúla” porque estaba “de mal humor”. “Detrás de una pantalla te sientes invulnerable”, admitió este hombre que vive con su madre.

A su lado, Éric L., de pelo largo y jersey blanco, negó con seguridad cualquier racismo en su mensaje sobre los “parásitos”, invocando la crítica política, al igual que el piloto de VTC François L., que juró que el término “bonobo” se refería a la “estupidez” y no al color de la piel.

Se pidió una tregua para los cuatro presentes. Los acusados ​​que estuvieron ausentes de la audiencia recibieron las requisas más severas, ocho meses para uno y seis meses para los otros dos.

La ausencia de “profundos arrepentimientos” entre los acusados

Criticando “el odio de la manada” y el “racismo desinhibido”, el fiscal solicitó penas de prisión para tres de ellos, incluidos ocho meses para Stéphane Z., un perfil socialmente aislado y autor de llamamientos a la “remigración”.

La defensa intentó restar importancia a los actos aislados: el abogado de Frédéric B. invocó a “tres seguidores” para cuestionar la noción de acoso.

Una estrategia que no puede ser escuchada por la parte civil. Al final de la audiencia, Aly Diouara lamentó la ausencia de “profundos arrepentimientos” entre los acusados.

Para su abogada, Victoire Stephan, estas peticiones de tres duras sentencias “están a la altura de las expectativas” y envían un “mensaje claro”: el anonimato en línea no protege a quienes atacan a los funcionarios electos “debido a su origen”.

La sentencia fue pospuesta hasta el 5 de febrero.

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