Es el maletín más temido del mundo, uno que puede desencadenar un conflicto nuclear que podría provocar una destrucción en proporciones inimaginables. Y lo que preocupa a la OTAN, a Europa y a Estados Unidos es el que está en manos del presidente ruso, Vladimir Putin. En medio de amenazas veladas, incluso de la voz del vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Dmitry Medvedev, él mismo no excluye la posibilidad de que algún día tendrá que utilizarlo para los fines previstos. Y según algunas fuentes internacionales, Putin “entrena con regularidad y concienzudamente”. Además de Shoigu y Gerasimov. “Están realizando ejercicios de lanzamiento de misiles, alcanzando objetivos simulados”, dijo Valentin Golubkov, uno de los desarrolladores de Kazbek, el sistema que opera el maletín. Y si el Jefe de Estado realmente decide que ha llegado el momento de lanzar un ataque nuclear, hay muchas posibilidades de que lo acompañe un número muy limitado de personas. Se trata de guardias personales del Servicio de Seguridad Presidencial (OFS), ayudantes de campo y dos oficiales del Servicio “K”, la fuerza operativa secreta del presidente.