Una de las organizaciones de protección de monumentos más importantes de Estados Unidos ha presentado una demanda contra la construcción del salón de baile diseñado por el presidente estadounidense Donald Trump en los terrenos de la Casa Blanca. En su denuncia ante el tribunal de distrito, el Fondo Nacional para la Preservación Histórica solicitó una suspensión temporal de los trabajos de construcción.
Primero, el gobierno debe esperar los procedimientos de revisión requeridos por la ley, incluida una fase de audiencia pública. Además, para la construcción prevista se requiere la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. “La Casa Blanca es sin duda el edificio más emblemático de nuestra nación y un símbolo mundialmente reconocido de nuestros fuertes ideales estadounidenses”, escribió Carol Quillen, presidenta del Fondo Nacional para la Preservación Histórica.
Trump hizo demoler el ala este de la Casa Blanca durante el cierre del gobierno, cuando todas las autoridades estaban cerradas. Quiere construir allí un salón de baile de 8.360 metros cuadrados que, según Trump, tendrá capacidad para casi 1.000 personas. Por tanto, el edificio sería más grande que la propia Casa Blanca. Los costes, equivalentes a unos 300 millones de dólares (unos 275 millones de euros), procederán de fuentes privadas.
Se dice que Trump se ha excedido en sus poderes constitucionales
El plan de Trump ha generado críticas de ambientalistas, arquitectos y sus oponentes políticos. La demanda es el intento más concreto hasta ahora de cambiar o detener los planes de expansión del presidente. “Ningún presidente tiene la autoridad legal para demoler partes de la Casa Blanca sin una revisión: ni el presidente Trump, ni el presidente Biden, ni nadie más”, se lee en la demanda.
La organización argumenta que Trump violó múltiples leyes al apresurar el proyecto del salón de baile y al mismo tiempo excedió su autoridad constitucional al no buscar la aprobación del Congreso para un proyecto de esta magnitud.
El Fondo Nacional para la Preservación Histórica fue establecido por el Congreso en 1949 para promover la participación pública en la preservación de sitios de importancia nacional.