El presidente estadounidense, Donald Trump, habla en serio al anunciar que devolverá a Estados Unidos a sus antiguos valores. Con efecto inmediato, el presidente prohíbe cualquier “celebración perversa creada por demócratas” que viole todo lo que es sagrado para el movimiento MAGA.
Se trata de extranjeros con velo y de piel oscura que en realidad están programados para ser deportados por las autoridades de inmigración de ICE y una madre sustituta probablemente transexual que quedó embarazada sin la intervención de un hombre.
Trump advierte contra sentimientos antiestadounidenses
El hecho de que cada año millones de estadounidenses se sientan atraídos por sentimientos de compasión o caridad cuando observan a esta “familia criminal de trabajadores migrantes” con sus “extrañas ideas sobre el sexo” es “una amenaza de primer grado a la seguridad nacional”. Después de todo, la emoción puede conducir rápidamente a la empatía, y la empatía, como se sabe, conduce a malas calificaciones en las encuestas para el actual presidente de los Estados Unidos.
Esta “parodia anómala antiamericana” no es más que un proyecto de infiltración de la izquierda, “un reno troyano lleno de inmigrantes”, explicó Trump. Se celebra descaradamente el nacimiento de un niño que lleva un nombre sospechoso y típicamente mexicano: Jesús.
Papá Noel todavía puede venir
Por eso en Estados Unidos la Navidad debe ser abolida de una vez por todas si la nación no quiere hundirse en el infierno, aclaró el presidente. En cambio, según sus deseos, un ritual totalmente estadounidense debería regresar el 25 de diciembre: ahora sólo el hombre de Coca-Cola, “un verdadero hombre blanco estadounidense en adecuada asociación con la marca”, traería regalos. Y en el futuro habrá “belenes limpios” en las iglesias, estrictamente simbólicos de la América moderna bajo Trump: tres camellos, nada más.
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