¿Abrir un restaurante sin chef? Hace unos diez años la apuesta parecía arriesgada. Rebecca Asthalter, Sophie Cornibert y Hugo Hivernat están convencidos de la necesidad de crear un lugar que permita a los aspirantes a chef encontrar su camino. Sin experiencia en restauración, el trío abrió, a finales de 2015, “Fulgurances l’Adresse”, en el distrito 11 de París, después de una serie de cenas efímeras y pioneras, “Los segundos son los primeros”, destacando las manos derechas de chefs reconocidos. “Al principio la gente pensó que estábamos locos” Recordamos a los fundadores, que se preparan para vender la fábrica.
Inspirándose en las residencias de artistas, el restaurante Fulgurances pretende ser una incubadora de talentos, una plataforma de lanzamiento para jóvenes chefs expertos, aún en la sombra. Dos o tres veces al año se da carta blanca a un nuevo chef. El trío valora la asunción de riesgos: “¡No queríamos que un chef viniera y hiciera lo que sabía hacer!” ellos resumen. Además del restaurante de ambiente sencillo, Fulgurances ofrece un equipo y también un estudio en el que alojarse. “Tenían que concentrarse sólo en cocinar, del resto nos encargamos nosotros” explica Sophie Cornibert. Los clientes están ahí, curiosos por descubrir la cocina de los grandes del mañana, a un precio accesible -al menos al principio, el precio del