Recientemente volvió a suceder. En ItaliaBaluarte de la moda de lujo europea, una de las empresas fabricantes más exclusivas acabó bajo control judicial este verano. La acusación: explotación. Esta vez fue el turno de la marca Loro Piana, que desde entonces tuvo que producir bajo el control de un organismo supervisor estatal. La empresa había subcontratado la producción a un subcontratista que, según se decía, empleaba sistemáticamente a trabajadores de forma ocasional. Sin permiso de residencia y sin seguridad social. Con jornadas laborales de 24 horas y dormitorios construidos ilegalmente.