El recurso de casación sigue siendo la última oportunidad para que Irène Pivetti demuestre su “inocencia”, que también ha reiterado durante algún tiempo en numerosas entrevistas en los últimos meses. De hecho, el Tribunal de Apelación de Milán ha confirmado plenamente la sentencia de hace poco más de un año por la que el Tribunal condenó al ex Presidente de la Cámara a 4 años de prisión por evasión fiscal y autoblanqueo en un caso que también implicaba un embargo de más de 3,4 millones de euros decidido por el Tribunal Supremo.
La Cuarta Sala Penal del Tribunal de Milán (jueces Fagnoni-Centonze-Marchiondelli), a petición de la fiscal adjunta Franca Macchia y del fiscal Giovanni Tarzia, aplicada en segunda instancia, confirmó la condena del 26 de septiembre de 2024 y, en consecuencia, también las otras dos penas de dos años, suspendidas y sin mención, contra el piloto de rallyes y ex campeón de Granturismo Leonardo ‘Leo’ Isolani y su esposa Manuela Male. Además de la consiguiente confiscación de estos casi 3,5 millones, dinero ya congelado durante las investigaciones de la policía económica y financiera milanesa GDF contra el ex representante de la Liga Norte.
La investigación planteó la hipótesis de que Only Italia, empresa atribuible a Pivetti, desempeñaba un papel de intermediaria en las operaciones comerciales del Team Racing de Isolani, que quería ocultar a las autoridades fiscales ciertos activos, entre ellos tres Ferrari Granturismo, con los que tenía una deuda de 5 millones. Estos coches habrían sido objeto de una venta falsa, en 2016, al grupo chino Daohe para, en cambio, ser transferidos a España.
La única “propiedad realmente transferida o transmitida” a los chinos, según las acusaciones, fue “el logotipo de la Scuderia Isolani combinado con el logotipo de Ferrari”. Si el objetivo de “Isolani y Mascoli” era “ocultar la propiedad de los bienes”, es decir, los coches, “y evadirlos” de impuestos, “el objetivo perseguido por Pivetti” habría sido “comprar el logotipo Isolani-Ferrari para revenderlo a un precio diez veces superior al grupo Dahoe, sin presentarse personalmente”. Según la fiscalía, el exparlamentario habría comprado la marca por 1,2 millones de euros para revenderla a la empresa china por “10 millones”.
El ex representante del tercer Estado, se lee en la sentencia de primera instancia, “después de haber creado un mecanismo particularmente engañoso – para evitar el riesgo de que las sumas resultantes de la realización de operaciones comerciales con el empresario chino estuvieran sujetas a impuestos – persiguió durante mucho tiempo su objetivo criminal”. “Esperaba un resultado diferente, ahora tengo mucha curiosidad por saber los motivos, pero también estoy muy tranquila, porque tarde o temprano la verdad saldrá a la luz, no estoy preocupada”, explicó Pivetti a los periodistas, aclarando que “la verdad es que soy inocente, como siempre lo he dicho y demostrado en los periódicos de este proceso. Realmente – concluyó – no sé por qué se confirmó la sentencia, los motivos nos lo explicarán”.
En septiembre de 2022, el Tribunal Supremo confirmó la incautación de casi 3,5 millones de personas, inicialmente rechazada por un juez de instrucción. “Siempre he pagado impuestos”, afirmó repetidamente Pivetti, defendido por el abogado Filippo Cocco. Pivetti, en la sala esta mañana como siempre durante el proceso, también había sostenido durante el interrogatorio ante los jueces que era inocente y su abogado había solicitado la anulación de la sentencia con absolución. Ahora tendrá que esperar los motivos (90 días) para apelar ante el Tribunal Supremo. El ex parlamentario también fue acusado en el caso de una venta procedente de China de mascarillas por valor de 35 millones, que llegaron a Malpensa durante la emergencia del Covid. El caso fue trasladado de Busto Arsizio (Varese) a Milán y los investigadores de Milán enviaron recientemente los documentos a Roma.
La frase y la historia.
La cuarta sentencia del Tribunal de Apelación (jueces Fagnoni-Centonze-Marchiondelli), solicitada por la fiscal adjunta Franca Macchia y el fiscal Tarzia, aplicada en segunda instancia, confirmó íntegramente la sentencia del tribunal del 26 de septiembre de 2024. Así, también se confirman las penas de dos años, suspendidas y sin mención, contra el piloto de rallyes y ex campeón de Granturismo Leonardo ‘Leo’ Isolani y su esposa Manuela Mascoli.
También se confirmó la confiscación posterior de más de 3,4 millones de euros, dinero ya congelado durante las investigaciones contra el ex miembro de la Liga Norte. La investigación planteó la hipótesis de que Only Italia, empresa vinculada a Pivetti, desempeñaba un papel de intermediaria en las operaciones del Team Racing de Isolani, que quería ocultar ciertos activos a las autoridades fiscales (tenía una deuda de 5 millones), entre ellos los tres Ferrari.
Los coches habrían sido objeto de una venta falsa en 2016 al grupo chino Daohe para su traslado a España. La única “propiedad realmente transferida o transmitida” a los chinos, según la acusación, fue “el logotipo de la Scuderia Isolani combinado con el logotipo de Ferrari”. Si el objetivo de “Isolani y Mascoli” era “ocultar la propiedad de la mercancía y evadirla” de las autoridades fiscales, “el objetivo perseguido por Pivetti” habría sido “comprar el logotipo Isolani-Ferrari para revenderlo a un precio diez veces superior al grupo Dahoe, sin presentarse personalmente”.
Según la fiscalía, el exparlamentario compró la marca por 1,2 millones de euros para revenderla a la empresa china por “10 millones”. El ex representante del tercer Estado, se lee en la sentencia de primera instancia, “después de haber creado un mecanismo particularmente engañoso, para evitar el riesgo de que las sumas resultantes de la realización de operaciones comerciales con el empresario chino estuvieran sujetas a impuestos, persiguió durante mucho tiempo su objetivo delictivo”.
Reproducción reservada © Copyright ANSA