“Por supuesto, pensamos en un espectáculo de hipnosis a la Messmer, ¡pero está muy lejos de todo esto! » Alice Corteval quiere evitar atajos. El proyecto “Hypno-Rev” llevado a cabo por su fundación Analgesia, con sede en Beaumont, cerca de Clermont-Ferrand (Puy-de-Dôme), es de hecho científico y médico. Nació de la necesidad de desarrollar el tratamiento del dolor, especialmente el dolor crónico, sin el uso de medicamentos que puedan tener sus efectos. límites de efecto.
“Cuando sufres y no tienes perspectivas de mejorar, te encuentras durmiendo peor, más cansado, muy estresado porque nunca sabes muy bien cuándo llegará el próximo ataque de dolor, teniendo síntomas depresivos porque no tienes la impresión de que vaya a mejorar, moviéndote menos y entrando en un círculo vicioso que te lleva a no salir nunca de casa y dejar de trabajar”, enumera. Los tratamientos analgésicos funcionan bastante mal para estos trastornos. »
Si los profesionales sanitarios han aplicado nuevos tratamientos como el enfoque biopsicosocial, “donde nos centraremos en el dolor, pero también en los enfoques psicológicos, la dimensión social del paciente y su movilidad”, estos requieren una importante movilización del personal.
«Entonces nos dijimos que tal vez podríamos trabajar en enfoques digitales y digitalizar la atención ofrecida en estos servicios para compensar la escasez de trabajadores sanitarios o integrarlos», explica Alice Corteval. Y en concreto hemos desarrollado dentro de la Fundación aplicaciones que digitalizan contenidos educativos, de aprendizaje, de ejercicios de respiración y de meditación. Y la hipnosis médica nos interesó porque es algo que tiene evidencia bastante significativa de efectividad. »
“Un sistema para engañar al cerebro”
En colaboración con la empresa Deepsen, la fundación Analgesia desarrolló el concepto de autohipnosis utilizando cascos de realidad virtual para ofrecer sesiones y ejercicios a los pacientes en el centro del dolor del Hospital Universitario de Clermont-Ferrand. “El paciente elegirá en qué entorno quiere sumergirse”, explica Alice Corteval. Él elegirá el tipo de enfoque. Por ejemplo, tenemos una sesión de visualización llamada guante mágico que se empapará en una solución anestésica y que el paciente extenderá sobre la zona dolorida para sentir la reducción del dolor. Es muy colorido, pero funciona muy bien porque la hipnosis es una forma de engañar al cerebro. »
El objetivo al final del tratamiento es lograr la autohipnosis sin necesidad de un casco de realidad virtual. Se espera que a finales de 2026 se lleve a cabo un estudio clínico en varios centros de la región de Auvernia-Ródano-Alpes.