Bruce Willis sufre demencia. En su nuevo libro, su esposa Emma habla sobre los desafíos de la vida cotidiana y ofrece información sobre la vida con la estrella de Hollywood enferma.
En 2023, a Bruce Willis le diagnosticaron demencia. Desde entonces, su esposa Emma Heming Willis cuida con mucho cariño del actor. Ahora Emma, que inicialmente pensó en divorciarse, ha publicado sus experiencias con la enfermedad de su marido en el libro “Un viaje muy especial”. En él da consejos a otras personas afectadas, pero también cuenta la vida cotidiana de la estrella de cine enferma.
Bruce Willis se ha vuelto extremadamente sensible al ruido
Al principio, Emma se hizo cargo sola de su marido. Bruce Willis ahora vive en otra casa y está cuidado las 24 horas del día, una decisión que Emma también tomó por el bien de sus dos hijas (que ahora tienen once y 13 años), que ya se preparan para la muerte de Bruce.
En un momento, Bruce se volvió muy sensible al ruido, lo que limitó significativamente la vida de las niñas. “Las citas para jugar no funcionaron en absoluto. Era como si estuviera amordazando a los niños”, escribe Emma en su nuevo libro, escribe “Bild”.
Esposa de Bruce Willis: “Hay que cerrar todas las puertas”
La vida con la estrella de Hollywood presentó inicialmente desafíos completamente nuevos después de su diagnóstico de demencia. “Como Bruce ya no puede comunicarse conmigo, realmente tengo que tomar decisiones por él en todo. No puedo preguntarle cómo se siente, qué le pasa o si siente dolor”, dice Emma en su libro.
Entre otras cosas, debido a la demencia de Bruce, la madre de dos hijos evitó por completo el color negro tanto en su armario como en su casa. “Las personas con demencia a menudo perciben algo negro como una especie de agujero”, explica Emma. Por ejemplo, un felpudo oscuro parece un agujero en el suelo para los afectados.
Pero Emma ha tenido que cambiar otras cosas en la casa compartida debido a la enfermedad de Bruce. “Todas las puertas deben estar cerradas para que su protegido no pueda simplemente escapar”, aconseja en su libro. La calefacción también debe estar equipada con un seguro para niños si vive con una persona con demencia. “El frigorífico y el congelador deben estar equipados con un candado para que no queden abiertos accidentalmente”.