Amenazas, chantajes y palizas: una carta abierta de los representantes de los padres de la escuela primaria Regine Hildebrandt de Cottbus pone de relieve enormes problemas. Un tema central es “barreras lingüísticas y desafíos culturales”.
Los padres de la escuela primaria Regine Hildebrandt de Cottbus hacen pública su información. En una carta abierta, los representantes de los padres describen una situación que, en su opinión, ya no es aceptable: violencia, amenazas, miedo y la vida escolar cotidiana que eclipsa cada vez más la misión educativa. “En este momento ya no podemos hacer esta promesa con la conciencia tranquila”, afirma en relación con la seguridad infantil. La noticia la informa Radio Cottbus.
La carta fue escrita por Christin Wulf, representante de los padres de la escuela, “con la perspectiva muy personal de una madre”, pero al mismo tiempo con una clara expectativa política. La escuela primaria Regine Hildebrandt ya no podía cumplir su mandato legal de proteger psicológica y físicamente a los niños “sin un apoyo significativamente mayor de las autoridades escolares”.
Muchos niños van ahora a la escuela “con mucho miedo”, denunciando dolores de estómago, miedo a determinados recorridos, a grupos de compañeros y a decir algo. Los padres observaron que los niños ya no querían ir a la escuela ni estar solos en casa. A algunos incluso se les daría de baja del registro para programas extraescolares. El representante de los padres describe lo difícil que es seguir transmitiendo a los niños que la escuela es un lugar seguro.
La escuela primaria Regine Hildebrandt está ubicada en el distrito de Sachsendorf y tiene aproximadamente 464 estudiantes. Según los padres, más del 40 por ciento tiene antecedentes migratorios y alrededor del 38 por ciento no tiene la ciudadanía alemana. Esta diversidad podría ser una oportunidad, escriben los padres, pero en las condiciones actuales conduce a “sobrecargar las estructuras existentes”.
Literalmente dice: La escuela es una de las “escuelas primarias cultural y lingüísticamente más heterogéneas de la ciudad”. Para que esta “mezcla colorida” siga siendo una oportunidad, se necesitan condiciones marco estables y más apoyo.
Incidentes de violencia documentados
La carta abierta enumera incidentes específicos: un niño sufrió contusiones en las costillas y una conmoción cerebral. Se roció gas irritante, varios niños tuvieron que recibir atención médica y se llamó a la policía. Hubo repetidos puñetazos, patadas, amenazas y chantajes. Los niños denunciaron amenazas como: “Si dices algo, te golpearán”.
Estos incidentes no son casos aislados, sino más bien la expresión de una evolución que se ha consolidado a lo largo de los meses. Los padres informan que a veces la violencia se desplaza como reacción a las medidas escolares. La valentía civil es “castigada por la amenaza y la implementación de la violencia”.
Los representantes de los padres califican de graves las consecuencias para la enseñanza. Se requiere una parte importante del tiempo de enseñanza para calmar, discutir, documentar y estabilizar a los niños asustados. Se pierde tiempo de aprendizaje, especialmente para los niños que ya están en desventaja por barreras lingüísticas o situaciones familiares difíciles.
Un tema central de la carta es “barreras lingüísticas y desafíos culturales”. Muchos niños hablan poco o nada de alemán cuando empiezan la escuela. Esto conduce a malentendidos, conflictos y reglas mal entendidas. Los conflictos no se pueden resolver verbalmente y es difícil involucrar a los padres.
Además, los padres mencionaron “estructuras patriarcales en familias individuales” que eran evidentes en la vida escolar cotidiana, por ejemplo a través de modelos autoritarios o la legitimación de la resolución física de conflictos. La escuela está intentando adoptar contramedidas educativas, pero está llegando a sus límites.
peticiones a la politica
Específicamente, la crianza de los hijos requiere, entre otras cosas:
- fortalecer y perpetuar el servicio de seguridad
- un paquete vinculante de medidas reglamentarias en coordinación con la oficina de protección juvenil, las autoridades escolares y la policía
- una expansión significativa del trabajo social escolar, incluso con especialistas nativos
- Apoyo político a los docentes y a la dirección escolar con acciones coherentes.
- teniendo en cuenta la situación particular estresante de la escuela en la distribución de recursos y la planificación
“Ya no tenemos energía para hacer anuncios políticos o de paz”, dicen. Se esperan decisiones concretas, responsabilidades claras y una implementación verificable.
La ciudad de Cottbus reacciona
La ciudad de Cottbus anunció el jueves que la carta abierta había llegado a la administración. Ya se han realizado los primeros contactos con la dirección de la escuela y se ha llegado a un acuerdo para una mayor coordinación y apoyo adicional.
La declaración escrita afirma que la responsabilidad de la seguridad en las escuelas recae conjuntamente en la autoridad escolar estatal de Brandeburgo y en la ciudad, en colaboración con la dirección de la escuela, el trabajo social escolar y los servicios de seguridad. El contenido principal de la carta confirma lo que se ha destacado varias veces en los últimos meses.
Al mismo tiempo, la ciudad señala límites estructurales y legales. Hoy “al parecer bastaba una broma o un comentario para transformar la violencia en pelea y daño físico”. Las reacciones ante esto son difíciles porque los niños no pueden ser procesados penalmente. Las suspensiones de corta duración no cambiaron la escolaridad obligatoria actual.
También faltan instituciones especializadas capaces de educar a niños que son particularmente difíciles de controlar fuera de las escuelas regulares. Cambiar de escuela “probablemente simplemente cambiaría los problemas”.
La ciudad se refiere a conversaciones sobre riesgos con los padres, así como ofertas a través de trabajo social escolar, trabajo social en materia de migración y deporte. Además, la administración pretende remitir a las familias de origen migratorio y, dependiendo de su estatus de residencia, a otros municipios si persisten los delitos o iniciar deportaciones; sin embargo, los obstáculos legales son altos y la responsabilidad no recae únicamente en la ciudad.
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