En agosto de 1940, Ramón fue acusado por Stalin y Beria, el poderoso jefe de la policía soviética estalinista (NKVD), de matar a León Trotskylíder de la Revolución de Octubre con Leninluego, a la muerte de este último, con la oposición de estalinexpulsado del Politburó en 1926, del partido en 27, finalmente en 29, obligado a exiliarse primero en Kazajstán, luego en Francia y finalmente en 39 en México. Él está allí, en su casa de Coyocán, donde Trotsky estaba rodeado por su familia y algunos guardaespaldas que Mercader lo mató. El español, entonces de 27 años, condecorado con el título de “Héroe de la Unión Soviética” en 1960, llegó a México después de haberse infiltrado durante más de un año en los círculos antiestalinistas presentes en París y Nueva York.
Habiéndose ganado la confianza de Trotsky, de 61 años, entró en su casa para mostrarle un documento y de repente Lo golpeó varias veces en la cabeza con un piolet.. Trotsky respondió confrontando físicamente a Mercader y advirtiendo a sus guardaespaldas que no lo mataran. El viejo revolucionario murió al día siguiente durante una operación en su cráneo, gravemente dañado por el gesto homicida de Mercader. El asesino fue arrestado y cumplió aproximadamente 20 años de prisión en México antes de regresar a la Unión Soviética.tiene. Trotsky ya había sido víctima de al menos dos atentados contra su vida. El recuerdo con la comparación del asesinato con su sobrino Christian De Sica hizo sonreír a cientos de usuarios en las redes sociales que compitieron en comentarios con el chiste más divertido. Allí actúan tres de ellos: los que evocan el imaginario cinepanettone “Navidad en México”; y los dos que citan literalmente los versos del gran cristiano: “Dios mío, qué ansiedad tan terrible” y “muy delicada”.