Un acto de vandalismo en el centro histórico, una guardería devastada por la noche y una comunidad que, en lugar de darse por vencida, se arremanga y la reconstruye en un tiempo récord. En San Gimignano Natale fue herido pero no derrotado: gracias a los voluntarios de la Asociación del Carnaval de San Gimignano, las estatuas dañadas bajo la Loggia dei Leggieri encontraron en pocas horas su lugar, listas para comenzar la tradición navideña.
Según informa Valdelsa.net, las cámaras municipales filmaron a cuatro jóvenes encapuchados que, durante la noche del sábado al domingo, entraron en la exposición y permanecieron en el interior durante varios minutos, dañando las figuras de papel maché creadas por la misma asociación. Un gesto calificado de “inédito” por los vecinos y que causó indignación en toda la ciudad.
¿La respuesta de los voluntarios a los vándalos? La guardería reparada en tiempo récord
La reacción, sin embargo, fue inmediata. Tan pronto como se descubrieron los daños, la asociación publicó un post en Facebook denunciando este acto y prometiendo que la guardería siempre estaría iluminada. Dicho y hecho: los voluntarios se pusieron a trabajar por la tarde, volviendo a montar las estatuas, revocando las partes rotas y volviendo a montar toda la escenografía. La inauguración se desarrolló periódicamente, tal y como confirma Valdelsa.net, con la guardería completamente restaurada.
El alcalde, Andrea Marrucci, agradeció públicamente a la asociación su “oportuna y valiosa” labor, mientras la policía municipal y los carabinieri analizan las imágenes para identificar a los responsables.
La reacción en las redes sociales
En las redes sociales, junto a los mensajes de aliento y apoyo dirigidos a los voluntarios que “salvaron” la guardería, no faltaron reacciones de indignación. Un usuario comentó en línea: “Lamentablemente, quienes son acogidos con solidaridad no están satisfechos con nuestras tradiciones. Además, todos los fanáticos de la hostelería odian nuestras tradiciones. Eso es todo.” Un comentario que muestra cómo los episodios de vandalismo relacionados con las guarderías, incluso sin ciertos elementos sobre los responsables, a menudo conducen a debates más amplios sobre la defensa de las tradiciones y de la identidad cultural.
Tradiciones heridas, comunidad que reacciona
Lo cierto es que el belén, símbolo de identidad y religión, se vio afectado, pero La reacción de la ciudad fue más fuerte que la acción de los vándalos.
Donde alguien intentó destruir, los voluntarios reconstruyeron. Donde ha habido desfiguración, ahora hay una respuesta colectiva que habla de orgullo, arraigo y pertenencia. San Gimignano decidió no dejarse intimidar: la cuna permaneció en su lugar. Y Navidad también.