“La vejez es la peor enfermedad. Planeé mi muerte, no quiero llegar a los 80 años”. Como Diego Dalla Palma Invitado hoy en Verissimo, habló de su elección de poner fin a su vida antes de una edad avanzada, lo que hoy define como “una humillación”.
“Estoy bien, no tengo ninguna enfermedad incurable”, afirmó la estilista. “La muerte siempre se ve como algo horrible, se ve como una diosa vestida de negro que trae desgracias, pero no es así”, afirmó Dalla Palma, quien admite haberse visto obligado a justificar su elección todos los días desde que la hizo pública.
A Silvia Toffanin, desconcertada por su historia, Dalla Palma respondió sin pestañear: “Hice mi elección, estoy convencida de ello”, declaró. “Es el modo de vida, no estoy cansado de vivir, sólo me preocupa el aspecto más feo de mi vida futura: la vejez”, añadió, vinculando este dolor a la muerte de sus padres: “No quiero afrontar esta terrible experiencia”, afirmó.
El invitado no ha revelado las modalidades y tiempos en los que piensa poner fin a su vida, pero ciertamente no recurrirá al “suicidio asistido”. “No quiero ni pensar en la palabra suicidio, ya tengo planeado desaparecer. No quiero honores, no quiero proclamaciones. Ya he elegido un lugar donde iré con dos profesionales, un abogado y un notario, quiero unos meses antes ofrecerme el placer de los últimos momentos de la vida, donde si quiero comer chocolate, podré hacerlo sin problema.”
Dalla Palma dijo que ya había encontrado la muerte, cuando entró en coma a los 6 años: “Percibí ligereza, como volar. Todavía hoy sueño con eso, encontré figuras flotantes y me dieron bienestar”. En este coma, Dalla Palma había encontrado su dimensión: “Cuando salí del coma, me encerré durante meses, viví tan bien en esta dimensión que estaba enojado con el mundo entero por haber vuelto a la vida”.
Ante las dudas y preguntas de Silvia Toffanin, Dalla Palma respondió: “¿Cuál sería la alternativa? Humillarme”. “Para vivir”, respondió Toffanin enojado y luego trató de hacerle pensar, “vivimos la vejez como una humillación, pero así es el ciclo de la vida”. “La gente en casa podría decir que te has vuelto loco, no te estoy juzgando – añadió – sólo quiero contar tu historia”.