Las puertas negras de la casa Jenner, en el distrito 13 de París, están cerradas, el personal del establecimiento amurallado en el silencio de “secreto profesional”, mientras se realiza una inspección este miércoles 10 de diciembre. En la acera de enfrente, los empleados de la escuela primaria dicen “no estar enterado de nada”. O: “Es para el pequeño que fue trasquilado ? Ni siquiera sabía que él estaba aquí”. Una demostración de la discreción a la que está sometida la estructura de Atención Infantil (ASE) desde hace diez largos meses.
La víspera, la cobertura mediática de imágenes impactantes y los comentarios que las acompañaron permitieron ilustrar una vez más las graves disfunciones