Esperaba producir un “Conmoción en la opinión pública”. Oponerse a “observación lúcida del mundo” – destacando la brutalidad de las relaciones comerciales internacionales, la degradación francesa en la carrera por la competitividad agrícola, el calentamiento global, al mismo tiempo “ingenuidad” de aquellos que son tentados por “disminuir” y el “decadentismo”. “La guerra agrícola se prepara” y “nos amenaza”declaró la Ministra de Agricultura, Annie Genevard, el lunes 8 de diciembre, en un discurso de tono decididamente marcial.
Desde el mercado internacional de Rungis (Val-de-Marne), donde había invitado a representantes del mundo agrícola, de la distribución y de la agroalimentación, la ministra organizó el “gran despertar alimentario”. La reunión, evitada por los principales sindicatos agrícolas -a excepción de los Jóvenes Agricultores- que temían un ejercicio de comunicación, pretendía señalar la gravedad del momento: Francia importa cada vez más y corre el riesgo de registrar, en 2025, un déficit en la balanza comercial agrícola por primera vez desde 1977.
para erigir el “rearme agrícola” al mismo nivel estratégico que el rearme defensivo, Annie Genevard cubrió todo el campo léxico bélico: “Armar a Francia de antemano con la agricultura”, “Recupera tu poder nutricional”valor “soldados climáticos que son agricultores”, “caza en manada”… Frente a Rusia, China o Estados Unidos, que invierten masivamente en su producción agrícola, el Ministro de Agricultura pretende responder con una misión confiada a los agricultores: “producir más”especialmente para la exportación.
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