Un aumento muy ligero, pero ningún impulso. El gobierno aumentará el salario mínimo en un 1,18%, ligeramente por debajo de las recomendaciones del panel de expertos independientes que recomendó un aumento del 1,4% el 1 de enero de 2026.
El director general de Trabajo anunció este aumento mecánico a los interlocutores sociales -que eleva el salario mínimo a 1.823,03 euros brutos al mes y 12,02 euros brutos a la hora- durante la reunión de la Comisión Nacional de Negociación Colectiva sobre el salario mínimo, según varios sindicatos.
A finales de noviembre, el Panel sobre Salario Mínimo recomendó en su informe anual que el salario mínimo no fuera aumentado más allá de su aumento mecánico.
“Dada la desaceleración del mercado laboral, el alto nivel del salario mínimo en comparación con el salario medio y el coste muy significativo de las exenciones” de las cotizaciones empresariales para los salarios bajos, recomendaron “no ir más allá de la revalorización automática prevista por el Código del Trabajo”.
El 12% de los empleados gana el salario mínimo.
Hace un año, el 1 de enero de 2025, el salario mínimo se incrementó un 2%. Cada 1 de enero, el salario mínimo se indexa a la inflación observada para el 20% de las familias con menores ingresos y se incrementa en la mitad del aumento del poder adquisitivo del salario básico por hora de los trabajadores y empleados.
Más allá de esta evolución mecánica, el gobierno puede dar un impulso al salario mínimo, pero el último se remonta a julio de 2012, el día después de la elección de François Hollande al Elíseo. Para la CFDT, un impulso habría sido “bienvenido” este año. La CGT exige un salario mínimo de 2.000 euros brutos.
Según datos del Ministerio de Trabajo, al 1 de noviembre de 2024, aproximadamente 2,2 millones de empleados del sector privado recibían el salario mínimo, o el 12,4% de ellos.
Los sindicatos no son escuchados
“El presidente del Gobierno decidió hoy no aumentar el salario mínimo y esto hunde a los trabajadores en la precariedad”, se quejó la CGT en un comunicado. “Lamentamos que durante demasiados años todavía no haya habido apoyo mientras el número de trabajadores pobres aumenta”, respondió la CFTC.
Para el secretario nacional de la CFDT, Luc Mathieu, “todo el mundo habla de poder adquisitivo, así que quizás este sea el año en el que deberíamos echar una mano”. El sindicato también pide “el refuerzo de todos los sistemas de clasificación laboral” para reactivar la “dinámica salarial”.
“La primera preocupación de la población son los salarios”, subrayó a finales de noviembre el secretario confederal de la CGT, Thomas Vacheron. Necesitamos “eliminar este grupo de expertos sobre no aumentar el salario mínimo”, consideró.
Y, advirtió, la falta de apoyo constituye “un motivo más para hacer huelga y manifestarse el 2 de diciembre”, día en el que la CGT, Solidaires y el FSU convocan a la movilización por los salarios. La CGT también pide “salir del círculo vicioso de las exenciones de las cotizaciones sociales que contribuyen a la reducción de todos los salarios”.