“Hace unas noches fui a urgencias por un fuerte dolor de espalda. Después de registrarme, recibí un código verde. Esperé casi cuatro horas, mientras que otras personas que llegaron después de mí entraron primero: una señora con dificultades respiratorias, un joven herido, un hombre en camilla. Me pregunté varias veces si se habían olvidado de mí o si había algún criterio que no conocía. Me gustaría entender mejor cómo funciona la organización de la espera en urgencias.”
marc m.
La situación descrita es muy común y naturalmente puede generar frustración, incertidumbre y sentimiento de injusticia. Sin embargo, debes saber que en emergencias no se aplica el orden de llegada, sino el de gravedad clínica. Al ingresar, cada paciente es evaluado por una enfermera mediante triaje, procedimiento que asigna un código de prioridad en función de su estado de salud. Este sistema garantiza un apoyo inmediato a las personas en las situaciones más graves.
Cómo funciona la espera: los códigos
Los principales códigos de prioridad son: Rojo – Emergencia absoluta: acceso inmediato; Naranja – Emergencia: riesgo de rápido deterioro; Amarillo – Emergencia diferida: condición grave pero estable; Verde: no urgente: espera potencialmente larga; Blanco: condición leve que no es de emergencia. Por lo tanto, es posible -y esto es correcto desde el punto de vista clínico- que las personas que llegaron más tarde sean examinadas antes, si se encuentran en un estado más grave. Si la situación cambia, tiene derecho a una reevaluación. Si la condición empeora durante la espera, el paciente tiene derecho a solicitar una reevaluación del triaje. Este paso está previsto por los procedimientos y protege la seguridad del ciudadano. Toda persona también tiene derecho a recibir información clara y comprensible sobre: el código asignado, los motivos de la elección, el estado de la afluencia de pacientes.
Emergencias y servicios locales: utilice cada servicio con prudencia
La sala de emergencias está estructurada para manejar emergencias y emergencias. Para problemas no urgentes, es más adecuado contactar con: el médico de cabecera, continuidad de la atención (servicio médico de urgencia), clínicas y servicios locales. El uso correcto de los servicios sanitarios ayuda a reducir la hacinamiento y, por tanto, los tiempos de espera para todos.