Dos semanas después de su inicio, a finales de noviembre, la presidenta de France Télévisions, Delphine Ernotte Cunci, compareció el miércoles 10 de diciembre ante la comisión de investigación sobre la neutralidad, el funcionamiento y la financiación de la radiodifusión pública.
Todo mérito, todo honor: con sus 2.500 millones de euros de financiación pública, el grupo monopoliza la mayor parte del presupuesto que el Estado destina a los medios de comunicación de servicio público (de un total de poco menos de 4.000 millones). Es él quien también atrae las críticas más acaloradas, en particular de la derecha y de la extrema derecha, para quienes este trabajo parlamentario constituye una oportunidad de oro para profundizar en la cuestión.
En el gran bingo de reproches repetidos hasta la saciedad en los medios de comunicación del grupo de Vincent Bolloré o en Esta letanía no es en absoluto específica de Francia: en casi todas partes de Europa, la tendencia es cuestionar la radiodifusión pública. Incluso los ejes de denigración son idénticos.
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