diciembre 10, 2025
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Un hilo conductor para los niños en hogares de acogida. Un proyecto de ley socialista examinado el jueves 11 de diciembre en la Asamblea Nacional pretende garantizar la presencia de un abogado para cada niño en asistencia educativa, desde la cuna. “Esta medida podría cambiar la cara de la protección infantil”, según Lyes Louffok, ex niño de acogida y cofundador de la asociación Comité de Vigilancia de los Niños Colocados, que apoya el texto.

La propuesta presentada por la diputada del PS Ayda Hadizadeh, ex delegada general de los Oubliés de la République, asociación en favor de las poblaciones precarias, será debatida en un contexto marcado por la emoción suscitada por la difusión del vídeo de la esquila de un niño en un hogar para niños internados en París. Caso sobre el que se abrió una investigación judicial el martes “violencia intencional contra un menor de quince años por persona autorizada” y sobre el que habló el miércoles el Defensor de Derechos.

El texto quiere hacer obligatoria la presencia de un abogado para todos los niños, seguida de cierta ayuda educativa, independientemente de su edad y nivel de discernimiento. Estos niños, por decisión de un juez, son confiados a familias o hogares de acogida o son supervisados ​​dentro de sus familias por los servicios sociales. Según datos de los ministerios sociales, casi 380.000 jóvenes se ven afectados. El abogado, que paga 576 euros por audiencia, sería gratuito para el niño, pagado por el Estado mediante asistencia jurídica gratuita sin condiciones de recursos.

“El abogado podrá preparar con el niño la audiencia con el juez de menores, explicarle los problemas, trabajar en su discurso, estar a su lado en el gran día. Y luego explicarle la decisión del juez”. explica Isabelle Clanet, abogada especializada en los derechos del niño, que probó esta medida en Altos del Sena. “Se trata de colocar al lado del niño un tutor de sus derechos, un recuerdo de su expediente judicial, un hilo conductor que lo acompaña”, añade la funcionaria electa Ayda Hadizadeh.

En nombre del niño, el abogado podría impugnar las decisiones del juez u obligar a la Asistencia Social de la Infancia (ASE) a respetar derechos que no siempre se aplican por falta de espacio o personal, como la manutención de los hermanos o las reuniones con los padres en presencia de terceros. También podría intervenir en caso de un niño que le hubiera confiado que había sido víctima de abuso o violencia sexual. “Fui violada en un albergue. Si hubiera tenido un abogado habría podido obtener justicia y pedir un cambio de lugar de hospitalización” subraya Lyes Louffok.

Desde la ley Taquet de 2022, el menor tiene, cada vez que se renueva la medida, una entrevista individual con el juez de menores, quien debe informarle que puede solicitar un abogado. Si lo es, el juez también podrá exigir el nombramiento de un abogado “capaz de discernimiento”, o un administrador ad hoc, en caso contrario.

El abogado Arnaud de Saint-Remy, responsable de los derechos del niño en el Consejo Nacional de los Abogados (CNB), declara que fue designado por el tribunal para hacerse cargo de un niño nacido de incesto. Su acción consistió en particular, describe, en pedir “un peritaje para reconocer que su retraso cognitivo se debe a consanguinidad y obtener una indemnización”. Si se adopta el texto, también podrá emprender acciones judiciales en caso de que no se apliquen las decisiones del juez.

La Unión Judicial estima que 3.350 medidas de internamiento no se implementaron en 2023 por falta de plazas. “Podemos considerar acudir al tribunal administrativo para obtener una condena” los servicios de ASE, explica Arnaud de Saint-Remy. “El equilibrio de poder dentro de la ASE cambiará. Los casos saldrán a la luz porque los abogados los darán publicidad”. subraya Lyes Louffok.

La asamblea de los Departamentos de Francia no “oposición de principio” en esta medida, pero expresa otras diferentes “reservas”, especialmente su “costo”, su “factibilidad”, y el “Riesgo de ralentizar los tiempos de toma de decisiones”. La protección de la infancia es responsabilidad de los departamentos, que le asignarán 11.000 millones de euros en 2023, para un gasto medio de 41.000 euros al año por niño. Varios interlocutores subrayan también el riesgo de congestionar el sistema judicial al aumentar el número de litigios.

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