LR y Renaissance nunca fueron amigos. Eran oficialmente aliados en el gobierno de Barnier, aunque en gran medida. complicado. Hoy son más o menos socios, con seis ministros Lecornu de LR (en contra de la opinión del partido que los suspendió) y una participación mixta en la siempre frágil “base común”. En cualquier caso, no son adversarios, contrariamente a lo que Bruno Retailleau quiere hacernos creer. La prueba con pequeños acuerdos electorales entre amigos.
Más allá de las candidaturas comunes en las elecciones municipales, los dos partidos deberían llegar a un acuerdo en las dos legislativas parciales que se avecinan: en la tercera circunscripción de Alta Saboya, tras la sensacional dimisión de LR Christelle Petex, y en la primera de Loiret, tras la entrada en el gobierno de Stéphanie Rist (EPR), candidata a la reelección. No está previsto que LR presente candidato en la segunda y la decisión deberá ser formalizada el miércoles por el comité de candidaturas (CNI), según nuestra información, que confirma la del Domingo en las gradas. Elección sin precedentes a partir de 2024 para el equipo de derecha, que se presentó en solitario en todos los parciales, con cierto éxito en otros lugares.
Entonces, ¿por qué, esta vez, allanar el camino a un ministro en ejercicio mientras Retailleau le hace la vida difícil al ejecutivo? El vicepresidente del CNI de LR, Roger Karoutchi, evoca un intercambio de buenas prácticas, sin que Renaissance presente a cambio un candidato en Alta Saboya. Váyanse todos a casa y el circo estará bien supervisado. “Los dos parciales se neutralizan”, explica otro miembro del CNI, al no juzgar “no interesa a nadie” ir a cazar en las tierras de los demás. Pero una imagen de LR sugiere una posibilidad. “Un acuerdo más global” a nivel local, “con las elecciones municipales de Orleans, donde nuestro candidato es el alcalde saliente (Serge Grouard, ed.).” En 2020, Rist se enfrentó a él, quedando segundo en la lista del anterior concejal, Olivier Carré, un ex LR convertido en macronista. Hipótesis confirmada por un directivo del Renacimiento experto en negociaciones electorales, pero desmentida por Karoutchi: “Nada que ver con las elecciones municipales”.