En los territorios ocupados, Rusia está transformando radicalmente el sistema educativo con un objetivo: hacer de cada niño un futuro soldado al servicio del ejército ruso. Esto es lo que se documenta en un informe detallado de la ONG ucraniana Eastern Human Rights Group (EHRG). y el Instituto de Investigación Estratégica y Seguridad, hecho público en octubre y que sigue siendo, hasta la fecha, el más completo.
Mientras el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reiteraba su negativa a ceder territorio alguno en el marco de las negociaciones de paz el lunes 8 de diciembre, este estudio ofrece una visión poco común de cómo Moscú incorpora a su maquinaria de guerra, desde una edad temprana, a las poblaciones de las zonas que ocupa y niega el acceso a las organizaciones internacionales.
Desde la invasión rusa a gran escala el 24 de febrero de 2022, las escuelas se han convertido “espacios de militarización y propaganda, donde los niños aprenden desde pequeños la lealtad al país ocupante, el culto al ejército y la percepción de Ucrania y Occidente como enemigos”.
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