diciembre 10, 2025
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Jersey violeta pastel, tatuajes por toda su imponente figura… Iyad Akari, 32 años, proviene de Hama, una de las ciudades simbólicas de la protesta siria, marcada por las masacres de Assad padre y luego por las manifestaciones pacíficas reprimidas de 2011. Pasó casi cuatro años en el infierno de las prisiones sirias, sin que su familia supiera nada de él. Evaporado. Desaparecido… como tantos otros. Según la Red Siria por los Derechos Humanos (SNHR), al menos 177.000 personas han desaparecido en el país desde 2011.

El 8 de diciembre de 2024, tras la ofensiva repentina que derrocó a Bashar al-Assad del poder, fue liberado de prisión como varios miles de prisioneros. Cuenta su historia por primera vez. Amabilidad en los ojos, cigarrillo en la punta de los dedos, café tibio. Rara vez sale.

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