“La fase actual requiere que todos los ciudadanos unan sus esfuerzos para construir una Siria fuerte, consolidar su estabilidad y preservar su soberanía”, dijo el líder el lunes.
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El lunes 8 de diciembre, el presidente sirio Ahmed al-Charaa instó a su pueblo a unirse para reconstruir un país devastado por años de guerra civil, un año después de la caída del régimen de Bashar al-Assad y su huida. “La fase actual requiere que todos los ciudadanos unan sus esfuerzos para construir una Siria fuerte, consolidar su estabilidad y preservar su soberanía”declaró el líder, vestido para la ocasión con el uniforme militar del 8 de diciembre de 2024, cuando entró en Damasco al frente de las fuerzas rebeldes.
Tras los rezos matinales en la Mezquita de los Omeyas, se despidió “los sacrificios y heroísmo de los luchadores” tras derrocar al dictador Bashar al-Assad hace un año, según un comunicado de prensa presidencial. Ahmed al-Charaa, un ex yihadista de 43 años, se convirtió inmediatamente en jefe de Estado interino, después de catorce años de guerra civil y más de cinco décadas de gobierno familiar con mano de hierro.
Rompió con su pasado yihadista y rehabilitó a Siria en el escenario internacional, logrando el levantamiento de las sanciones internacionales. Sin embargo, el líder enfrenta importantes desafíos de seguridad. La sangrienta violencia intercomunitaria en las regiones minoritarias drusas y alauitas y numerosas operaciones militares del vecino Israel han sacudido la frágil transición.
“Esta es una oportunidad para reconstruir comunidades rotas y sanar divisiones profundas”subrayó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado de prensa. “La oportunidad de crear una nación donde cada sirio, independientemente de su origen étnico, religión, género o afiliación política, pueda vivir en seguridad, igualdad y dignidad”.