El lunes 8 de diciembre, las Naciones Unidas castigaron la apatía del mundo ante el sufrimiento de millones de personas en todo el planeta y lanzaron un llamamiento humanitario en gran medida limitado para 2026 para responder al colapso de la financiación.
“Este es un momento de brutalidad, impunidad e indiferencia”, afirmó el jefe de las operaciones humanitarias de la ONU, Tom Fletcher, en una rueda de prensa en Nueva York, denunciando “la ferocidad y la intensidad de los asesinatos”, el “total desprecio del derecho internacional” y los “espantosos niveles de violencia sexual”.
“Un momento en el que nuestro sentido de supervivencia ha sido entumecido por las distracciones y corroído por la apatía, en el que invertimos más energía y dinero en encontrar nuevas formas de matarnos unos a otros, en desmantelar formas ganadas con tanto esfuerzo para protegernos de nuestros peores instintos, en el que los políticos se jactan de recortar la ayuda”, acusó al presentar el plan humanitario para 2026.
240 millones de personas necesitan ayuda urgente
Mientras que alrededor de 240 millones de personas, víctimas de guerras, epidemias, terremotos o el impacto del cambio climático, necesitan ayuda urgente, la ONU pide 33.000 millones de dólares para apoyar a 135 millones de ellas en 2026 en Gaza, Sudán, Haití, Birmania, la República Democrática del Congo y Ucrania.
Pero en el contexto del drástico recorte de la ayuda exterior estadounidense decidido por Donald Trump, la ONU redujo inmediatamente sus ambiciones, al tiempo que presentó un plan riguroso que requiere 23 mil millones de dólares para salvar al menos a 87 millones de personas en mayor peligro.
Este plan “sobrepriorizado”, que también incluye reformas para mejorar la eficacia del sistema humanitario, está “basado en opciones de vida o muerte insostenibles”, comentó Tom Fletcher, esperando que haber tomado estas “decisiones difíciles que nos animaron a tomar” convenza a los estadounidenses a regresar.
Disminución de la financiación
En 2025, el llamamiento humanitario de más de 45.000 millones de dólares solo fue financiado con poco más de 12.000 millones de dólares, “el nivel más bajo en una década”. Permitiéndonos ayudar sólo a 98 millones de personas, o 25 millones menos que el año anterior.
Según datos de la ONU, en 2025 Estados Unidos siguió siendo el principal país donante de planes humanitarios del mundo, pero con una caída significativa: 2.700 millones de dólares, frente a 11.000 millones en 2024.
A la cabeza de las crisis prioritarias para 2026 se encuentran Gaza y Cisjordania, para las que la ONU pide 4,1 mil millones de dólares para ayudar a 3 millones de personas, así como Sudán (2,9 mil millones para 20 millones de personas), donde el número de desplazados sigue aumentando debido al sangriento conflicto entre generales rivales.
“Gastar menos en defensa y más en ayuda humanitaria”
Las Naciones Unidas tocarán ahora las puertas de los gobiernos del mundo durante los próximos 87 días, un día por cada millón de vidas que se salven.
Y si todavía hay una brecha, Tom Fletcher planea una campaña más amplia dirigida a la sociedad civil, las empresas y la gente común y corriente que, en su opinión, reciben información falsa que exagera la proporción de sus impuestos que se destina a la ayuda exterior.
“Estamos pidiendo un poco más del 1% del gasto mundial en armas y programas de defensa. No estoy pidiendo a la gente que elija entre un hospital en Brooklyn o un hospital en Kandahar. Estoy pidiendo al mundo que gaste menos en defensa y más en ayuda humanitaria”.