Definitivamente Nicolas Sarkozy no es un litigante como los demás. Y esto ocurre en cada etapa de sus tribulaciones legales: revelaciones, acusaciones, juicio, condena, encarcelamiento – durante las cuales se benefició de privilegios, al contrario de lo que afirma. Invariablemente, una gran cantidad de amigos políticos y medios de comunicación complacientes acuden en su ayuda. Y entre sus partidarios hay varios ministros pasados, pero sobre todo actuales, y a veces ambos a la vez: el de Justicia, Gérald Darmanin, lo visitó amistosamente después de su condena por asociación criminal, pero también en prisión en calidad de ministro oficial; el de Cultura (y ex Justicia), Rachida Dati, estuvo en la fiesta de salida de Salud en compañía del secretario general del Elíseo… Y el de Europa, Benjamin Haddad, lo recibió personalmente, el miércoles 10 de diciembre, durante la primera sesión de firma de su Diario de un prisionero, en la librería Lamartine en el distrito 16 de París.
El ex activista y líder de LR, diputado macronista de la capital desde 2022 hasta su entrada en el gobierno en 2024, se encontraba entre la impresionante multitud reunida en la Rue de la Pompe, entre los aficionados que pulían los zapatos del ex jefe de Estado. “Él es el diputado de la circunscripción. (que es también el lugar donde vota Sarkozy, ed.)Es natural que le dé la bienvenida”, supone el séquito de Haddad cerca de Chez Pol, precisando que fue “Obviamente” por iniciativa suya. Y para agregar: “Es una señal de respeto y amistad para el presidente Sarkozy”.
Recordemos que este último es también un culpable doblemente condenado definitivamente por los tribunales (por “corrupción” en el asunto de las escuchas telefónicas y por “financiación ilícita de una campaña electoral” en el asunto Bygmalion) y por tanto en primera instancia en el asunto Libia, debido al “pacto de corrupción” estipulado con el terrorista Abdallah Senoussi, condenado por los tribunales franceses por el atentado al UTA DC-10, que provocó 170 víctimas, entre ellas 54 franceses. Pero esto evidentemente no inquieta al Ministro Haddad, a quien elogia de vez en cuando. “El legado de Sarkozy” y es recibido en su despacho. El mismo juez, sin embargo, en 2016 que el Dreyfus de los tiempos modernos había “decepcionado” como presidente, reprendiendo su falta de “columna vertebral ideológica” y de “reformas estructurales”.