“Si se trata de hablar de Bilbao, adelante, que tengo tiempo de sobra”. Al otro lado del teléfono, la voz de Luis Fernández se suavizó de repente. El exentrenador del PSG siempre dijo que su corazón era rojiazul. Pero su etapa al frente del Athletic de Bilbao, entre 1996 y 2000, le hizo ampliar sus emociones hasta incluir el escudo del club vasco. Allí se convirtió en una referencia aún hoy venerada por haber llevado al equipo al segundo puesto de La Liga (1998), sinónimo de clasificación para la Liga de Campeones. En Bilbao, Luis Fernández es, de por vida, El Machote (el viril). Recuerda con emoción sus cuatro años vascos.